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La cercanía entre Shakespeare y Cervantes

La erudición de los asturianos que estudiaron a los dos mejores escritores de todos los tiempos

"La gran Literatura) puede recrearse cada día"

(F. Rodríguez-Adrados)

El Quijote es lectura río.

El río caudaloso de una literatura imparable, casi laberíntica desde los orígenes de la escritura, especie de unidad en la diversidad, como razona Rodríguez-Adrados, nuestro venerable académico, a una de cuyos parientes me encontré en autobús municipal de TUA a Ventanielles. Borges sostenía que Joyce hacía que nos perdiéramos, y él mismo se perdía, en ese laberinto.

Mucho se está perorando sobre el cuarto centenario cervantino. Nuestro Emilio Martínez Mata es baluarte de la divulgación. Encomiable lo hecho en su cátedra de la Facultad de Humanidades / El Milán, en Tribuna Ciudadana y en la Casa Natal Jovellanos.

Magnifico el libro de Gracia Noriega, colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, "Las burbujas de la tierra. En torno a William Shakespeare", ya ensalzado aquí mismo por Velarde Fuertes.

Además de la extraña coincidencia en la cercanía de sus muertes, los especialistas consideran que el de Stratford-Upon-Avon tuvo tiempo para leer la primera parte de El Quijote de la que adoptó el personaje de Cardenio para una de sus obras apenas mal conservada.

Eso de la coincidencia en la hora postrera que tanto se celebra anualmente por San Jorge, el llamado Día del Libro, es simple proximidad pues, entonces con calendarios diferentes, no fue en absoluto para ambos el sacralizado 23 de abril.

Es lástima que el misterio en cuanto a identidad o plagio en el tal Cardenio no se haya estudiado de forma definitiva. Para ese escrito (Double falsehood) Shakespeare contó con la coautoría de John Fletcher, que sabía español. Gracia resalta cómo la edición Folio, considerada la recopilación ortodoxa de Shakespeare, excluye a Cardenio, precisamente por la participación colaboradora de Fletcher. De seguir ese criterio, por ejemplo, Albert Camus perdería la autoría de su ópera prima, curiosamente sobre Oviedo, "Révolte dans les Asturies", que con buen criterio Gallimard / La Pléiade publica encabezando las completas del Nobel franco argelino. En cualquier caso, Francisco Rico invocando la verdad de Rubén Darío, junto al mar latino, dice "Yo no soy cervantista".

En "Cuentos y cuervos" publico uno de los relatos de los que quedé más satisfecho, "El sidecar de Shakespeare", donde me refiero a una abrupta visita a Stratford-Upon-Avon. Ya me gustaría volver a uno de los montajes teatrales en este año del cuarto centenario de los dos mejores escritores de todos los tiempos, tan bien estudiados por la ejemplar erudición, Paco Rico aparte, de Emilio e Ignacio.

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