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David Orihuela

Elmojito

David Orihuela

Un año sin fiestas

Lo verdaderamente rompedor hubiese sido suspender las fiestas. Un año de barbecho para que la cosecha del año que viene fuese mejor. Incluso se podría cambiar la tierra de labranza y abandonar de una vez la Catedral y hacer conciertos de calidad, de pago (sin subirse a la parra que les veo venir) y en un recinto digno. En las últimas semanas no he encontrado a nadie a quien le gusten las fiestas de San Mateo. Se critica a un pregonero que no conoce nadie, la programación cultural, infantil, los escenarios, los chiringuitos, a los hosteleros, a los que organizan las fiestas, a los que no las organizan. Lo mejor hubiese sido pararlo todo. A tenor de lo que se ha visto en las últimas semanas se contentaría a mucha más gente que con el sarao que empieza esta mista tarde. Aunque pensándolo bien y ya que se han empeñado habrá que disfrutar un año más de San Mateo.

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