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Coordinador político de Somos

Oviedo y el final del bipartidismo

Sobre los paralelismos del pacto de izquierdas en Oviedo y los resultados en las urnas en Galicia y País Vasco

Las recientes elecciones autonómicas celebradas en Galicia y en el País Vasco certifican el final del bipartidismo en España. La política española ya no parece que vaya a volver a ser más una cuestión de dos. En Marea irrumpe con fuerza en el parlamento gallego, convirtiéndose en la alternativa al PP de Núñez Feijóo, y en Euskadi, aunque parte de quienes votaron a Unidos Podemos en las generales lo han hecho ahora por otras formaciones, Elkarrekin Podemos consolida en esta comunidad un amplio espacio que apuesta por un País Vasco con una amplia autonomía, pero dentro de una España plural y federal, donde sean los derechos sociales, y no las políticas austericidas, los que queden blindados en la Constitución.

Si bien la victoria con mayoría absoluta de un personaje como Núñez Feijóo es un síntoma de la tolerancia que desgraciadamente aún existe en nuestro país hacia la corrupción y otro tipo de delitos, muy probablemente un vicio heredado de la cultura política franquista, las fuerzas del cambio, en plural, seguimos avanzando. Lo hacemos más lentamente de lo que quisiéramos, pero seguramente más rápido de lo que desearían unos poderes económicos que esperan ansiosos la formación de un nuevo gobierno en Madrid para proseguir con el trasvase de los fondos públicos a unas pocas manos y con el desmontaje de los servicios públicos que aún perviven.

En este contexto, el PSOE, sobrepasado por las fuerzas del cambio en las últimas citas electorales, debe definirse, o permite al PP seguir con su hoja de ruta antisocial, en beneficio de las grandes fortunas que han aprovechado la crisis para hacerse todavía más ricas, vuelve a flirtear con Ciudadanos y su programa económico casi idéntico al del PP o suma esfuerzos con nosotros, para empujar a España hacia una sociedad más moderna y avanzada, con mayor protección social y un nuevo modelo productivo que genere empleo sostenible y de calidad. Los tiempos de la alternancia, del turno, han terminado, aunque los barones como Javier Fernández o Susana Díaz no se hayan dado por aludidos. Toca hablar, entenderse, llegar a acuerdos. En Oviedo no hemos dudado en pactar con la AMSO, renunciando incluso a una alcaldía que nos correspondía como fuerza alternativa más votada, para lograr un objetivo que estaba por encima de todo: la regeneración democrática de nuestro Ayuntamiento. Los frutos de lo que el imputado ex alcalde bautizó como "tripartito del caos", están ahí y ya son visibles: planes de empleo local, desayunos en los colegios, medidas para lograr la conciliación de vida laboral y familiar, becas escolares, universidad popular, ayudas económicas a la innovación, bajada del IBI a las familias, comisión de investigación del caso Caunedo... Más lento de lo que nos gustaría y permanentemente lastrados por un ayuntamiento vacío de personal y enfocado en su estructura, tras 25 años de gabinismo, a satisfacer los intereses de unos pocos y no los de la mayoría social. Reorientar el rumbo de este transatlántico municipal con destino durante demasiado tiempo al puerto de la desigualdad no está siendo fácil, pero seguiremos girando el timón ayudados por muchas manos dentro pero también fuera de la institución, las mismas manos que tejen día tras día alternativas ciudadanas en nuestras calles y plazas, conscientes de la gran diferencia existente entre tener el gobierno y tener el poder.

Y volviendo a la política, la institucional: ¿Por qué no un gran pacto a nivel nacional que pase página a estos tiempos oscuros de corrupción, autoritarismo y retroceso social? Las fuerzas del cambio estamos dispuestas.

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