La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una calle para Nacho Ruiz de la Peña

La necesidad de reconocer la trayectoria del historiador fallecido

Este pasado jueves en la sede RIDEA se celebró una sesión memorial por Ignacio Ruiz de la Peña, catedrático de Historia medieval de nuestra Universidad, insigne asturianista y anterior director de la institución, fallecido en mayo de este año. Bajo la presidencia del director del RIDEA y con la asistencia del rector de la Universidad, glosaron la obra académica y la figura humana de Nacho Ruiz de la Peña varios profesores de la Universidad y miembros del RIDEA presentes en el acto y se leyeron otras intervenciones enviadas para la ocasión.

Los intervinientes esbozaron no sólo un cuadro de su importante labor historiográfica que abarcó prácticamente casi todos los aspectos sectoriales de la historia de la Asturias medieval: sociales, económicos, institucionales y culturales con atención especial al caso de Oviedo, pero que abarcaron todo el territorio de Asturias.

Pero lo que esas intervenciones dejaron claro también fue su incansable labor en pro de la difusión y el desarrollo del conocimiento de la cultura asturiana, con sus escritos sobre los clásicos de la etnología y el folclore asturianos, y sus propios trabajos de investigación. Pero, sobre todo, con su apoyo a aquellos que se dedicaban a la investigación de esos temas. Con el vacío que se produjo en ese campo con la marcha a la Universidad de Barcelona del antropólogo Ramón Valdés del Toro, Ruiz de la Peña se convirtió en el verdadero animador para todos aquellos que trabajamos en ese campo y fue incluso el promotor, con otros destacados profesores asturianos, de una excelente revista dedicada a la cultura y la historia asturiana como fue Ástura. De ese patrocinio informal salieron, sin duda, algunas importantes tesis y trabajos antropológicos sobre la cultura asturiana

Esa impagable labor de animador de la cultura asturiana la realizó Nacho con la bonhomía y sencillez que le caracterizó siempre, con su exquisita habilidad para apoyarte y animarte sin ningún aire jerárquico que terminaba siempre en una relación de sincera amistad.

Como bien apuntó su hermano Álvaro en su intervención en nombre de la familia, el rasgo que mejor definió la personalidad de Nacho y el motor profundo del que se derivó toda su obra, fue el de su amor a Asturias.

No es necesario decir que la petición que se hizo en este acto de que el Ayuntamiento conceda el nombre de una calle a Ignacio Ruiz de la Peña fue apoyada por aclamación de todos los presentes que llenaban el salón de actos del RIDEA. Lo que, sin duda, sería de plena justicia.

Compartir el artículo

stats