Marco Trejo es un consultor político venezolano que ha entregado su capacidad y su trabajo a luchar por la libertad en su país. Es un profesional comprometido con la restauración de libertades y derechos en Venezuela que ha combinado su trabajo allí con otras campañas y el apoyo a partidos políticos de distinto signo en distintos países de América Latina. Hace poco, desde el partido Primero Justicia le hicieron un encargo y él lo hizo, a los ojos del régimen de Maduro, "demasiado" bien. Se trataba de hacer un vídeo que apelara a la unidad de los venezolanos como ciudadanos que atraviesan las mismas penurias a causa de las políticas y la mala gestión bolivarianas.
Cometió la osadía de dirigirse a las fuerzas militares bolivarianas, de transmitirles el mensaje de que están en el mismo barco que el resto de la población, y de recordarles a la vez al resto de sus compatriotas que estos militares también van en su nave. Un mensaje de unidad y de reconciliación demasiado peligroso para un régimen empeñado en dividir, enfrentar y debilitar a los venezolanos.
Mi amigo Marco, junto a otros compañeros, ideó este vídeo que, si no lo han visto, les recomiendo. Basta que pongan en el buscador de internet Marco Trejo o "por este vídeo el Gobierno de Maduro quiere enjuiciar a Marco Trejo". Sí, porque desde el 17 de septiembre está retenido de forma ilegal por el SEBIN, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional.
No hay noticias de lo que ha pasado con Marco, salvo algún intento del régimen de falsear su imagen y de enfangar su labor. Pero sí hay una certeza. Es un buen consultor político. Es un buen comunicador. Es un buen profesional. Es peligroso para los regímenes totalitarios que quieren tener un poder absoluto sobre la verdad, la memoria y la vida de su pueblo. ¿Un ejemplo aislado? No. Lamentablemente la verdad es la primera que pierde ante una dictadura y, junto a ella, la concordia, la convivencia y las posibilidades de un futuro mejor para todos.
