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Primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Oviedo

Oviedo y la "doble alma" del PSOE

Las dos caras de los socialistas tras una resolución que sostiene a Mariano Rajoy en la Presidencia del país

Hace muchos años que el PSOE padece una suerte de enfermedad de la doble moral: asegura que su prioridad política es defender el bienestar de las capas medias de la sociedad y las conquistas sociales, pero en ocasiones, por la vía de los hechos, se convierte en el valedor silencioso de los poderosos. El último episodio de esta "doble alma" del PSOE es la resolución del Comité Federal donde han dado la vuelta como un calcetín a su discurso de los dos últimos años y han decidido sostener a Mariano Rajoy en la presidencia del país. Esta decisión choca con su discurso, pero no con muchos de sus hechos: durante todo este largo periodo electoral y poselectoral, una parte de los dirigentes socialistas han arrancado de raíz cualquier brote que pudiera desembocar en una alternativa de gobierno, pese a que los números daban sobradamente.

Ese dilema interno del PSOE, y la falta de habilidad para el entendimiento que han dado en ocasiones los partidos alternativos al PP, ha ocasionado un enorme desgaste a la mayoría social, lo que se traduce en desánimo y abstención, y en crecimiento en las urnas del PP, un partido que ha sido implacable al aplicar recortes, a la vez que vaciaba la caja para su propio beneficio. Así, todas y todos hemos sido testigos de escandalosos casos de corrupción, como la Gürtel y el caso Bárcenas, un desagüe por el que se han ido riadas de dinero público, a la vez que se recortaban servicios esenciales; hemos visto el apoyo incondicional a una banca que abusaba de los pensionistas y desahuciaba a las familias atrapadas, y al mismo tiempo repartía tarjetas para dar barra libre a los representantes políticos que aceptaban las reglas de juego. Hemos visto a los partidos de la gran coalición que ahora se consuma cambiar la Constitución de la noche a la mañana para legalizar el pago de la deuda antes que la atención a los servicios públicos. Todo esto lo han hecho a espaldas de la ciudadanía, una actitud que Javier Fernández justifica, porque no quiere, dice, "podemizarse", cuando en países a los que dice admirar, por ejemplo Alemania, sí se hizo una consulta para aprobar su gran coalición, una conquista de la democracia.

Pero Javier Fernández no nos coge por sorpresa. Lo que le ha hecho este sábado a España ya lo intentó hacer en Oviedo, obligando a la AMSO a romper un pacto de investidura y a sostener en la Alcaldía a Agustín Iglesias Caunedo, un imputado en la trama del agua, delfín del gabinismo. No le tembló la mano. A nosotras sí: queremos a esta ciudad, nos importan sus vecinos y vecinas, y no estábamos dispuestos a cambiar cromos. Pese a ser la fuerza mayoritaria de progreso, Somos Oviedo no se resignó y decidió sacar adelante un gobierno plural y de cambio, porque estamos convencidos de que más allá de las siglas hay gente, y que en la AMSO hay muchos socialistas de corazón que lo tienen muy claro. Lo hicimos entonces y lo seguimos manteniendo, aunque somos conscientes de que el peor PSOE también puede tener la tentación de actuar en Oviedo. Los socialistas de verdad, los que tienen claro que la prioridad es la gente, cuentan con nosotros.

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