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Concejala del PP

Las mentiras y sinvergüencerías de Sánchez Ramos

Sobre la polémica de los conciertos de San Mateo entre el tripartito y el PP

Roberto Sánchez Ramos (edil de IU) vuelve a contestar con mentiras e insidias a una crítica política que le hice sobre el recinto festivo en San Lázaro. Una crítica en tres direcciones: primero, por mentir a los ovetenses asegurando que no habría más conciertos de pago en Oviedo -fueron sus primeras declaraciones en la SOF- y en San Lázaro lo serán; segundo, porque considero que es un despilfarro gastar 200.000 euros en un recinto que seguirá siendo descubierto y que ocasionará muchos más gastos al tener que compatibilizarse con las únicas pistas de atletismo descubiertas del municipio; y tercero porque va a suponer una gran molestia a los vecinos del Parque de Invierno y San Lázaro, pues al ser descubierto no es posible controlar y dirigir el sonido, como sí se hizo en la Ería donde durante 3 años no se registró ni una sola queja vecinal. A estas sosegadas y razonadas críticas, el señor Ramos responde, con su habitual tono crispado e insultante, que siendo yo presidenta de la SOF se habían gastado en tres años "más de 600.000 euros para alquilar una carpa a un empresario portugués" y que yo había contratado para la Ería a un productor cercano a mi familia. Ambas cuestiones son absolutamente falsas, como explicaré, pero lo curioso es que de su mentira a los ovetenses asegurando que no habría más conciertos de pago, ni una sola palabra, ni una humilde petición de perdón.

Estamos ante un nuevo ejemplo de las mentiras y sinvergüencerías que parecen el único fundamento de este matusalén político local. Empiezo por la sinvergüencería: no tengo ningún familiar que ni ahora ni en otras generaciones anteriores se haya dedicado a la producción artística y, por lo tanto, mal lo pude contratar para la Ería, donde trabajaron más de doce productores, muchos de ellos asturianos. Veremos cuantos trabajan en San Lázaro bajo la querencia del lobby vasco que parece iluminar el nuevo radical abertzalismo de este personaje.

La mentira: Como se puede comprobar acudiendo al perfil del contratante de la página web municipal, la carpa de la Ería se adjudicó en 2015, con un proceso abierto y totalmente validado por los técnicos, por un presupuesto de 85.470 euros más IVA. Si multiplicamos por tres años es fácil ver que no se llega ni a la mitad de los 600.000 euros inventados por el señor Ramos. Pero lo grave es que miente más aún: esa adjudicación (los pliegos de 2015 están en el perfil del contratante) no sólo suponía una carpa de 3.200 metros cuadrados, incluía además un escenario con un tamaño que, exactamente, dobla al que él contrato para la plaza de la Catedral, estructura y alas de sonido, barrera anti avalanchas, camerinos, oficinas y sala de prensa, casetas de taquillas y control de accesos, plataformas para personas con movilidad reducida, 44 sanitarios portátiles, 25 urinarios portátiles, 3 urinarios para personas con movilidad reducida y 1.100 metros de valla móvil de 2 metros de altura, más, evidentemente el montaje y mantenimiento de todo ello.

Aquí no hay debate; hay datos: con los 200.000 euros que el señor Ramos quiere gastar en San Lázaro sólo ahorra (y no totalmente, porque tendrá que utilizarlas para sectorializar y garantizar la seguridad del recinto) las vallas y la carpa; todo lo demás de esa adjudicación (más el sonido, la seguridad, la gestión del recinto?), va a tener que contratarlo y pagarlo al margen de esos 200.000 euros, con nuevos contratos de la SOF. Y si tomamos como referencia los 60.000 euros más IVA en que este año se licitó -en un esperpéntico e irregular procedimiento- el escenario y el sonido de una producción menor como es la de la plaza de la Catedral, es fácil suponer que, al menos en estos apartados, el ahorro no va a ser tal y más si se tiene en cuenta que el recinto no estará cubierto, con el riesgo de suspensión que ello conlleva, y que, además, como siempre, habrá que reparar las pistas de atletismo tras los conciertos con un elevado coste económico.

Creo que mis críticas estaban fundadas y pueden compartirse o no pero no incitaban a que el señor Ramos respondiera, poseído por el espíritu del gremlin más mojado, con mentiras y sinvergüencerías. Lo malo del señor Ramos es que no parece el dueño de su gestión y de su oficio político y que las malas compañías le hacen perder la memoria para que pudiera comprobar que le estamos haciendo una oposición mucho más "flojita" de la que él protagonizó hasta que decidió pactar con el PP para apoyar, con los presupuestos, todo lo que ahora denuesta en materia festiva, incluida la Ería. Evidentemente, eran otros tiempos. Ahora, el pan está en el radicalismo.

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