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Las cuentas de 2017

Nueva piqueta cultural

Sobre el tijeretazo del gobierno local al dinero público que se destina a conciertos y a los Premios Líricos

Gabriel Ordás, jovencísimo compositor ovetense de tan solo 16 años, estrenó el pasado viernes en el Auditorio de Oviedo, acompañado de la orquesta Oviedo Filarmonía y bajo la batuta de Yaron Traub, "Proyecciones Sinfónicas", una jubilosa y colorista obertura. En el palco institucional se sentó el consejero de Educación y Cultura. Ningún miembro del múltiple gobierno municipal consideró que debía acompañar al brillante estudiante de música de la ciudad y al representante del Ejecutivo.

Vivimos tiempos y días de incertidumbre, en los que el sinsentido parece gobernar la acción humana y por tanto la política. Somos Oviedo debería explicar por qué ansía destruir poco a poco, con reducciones anuales, la programación de música clásica y de la lírica, iniciada no con Gabino de Lorenzo, como suelen decir ellos, sino, tímidamente, por el centrista Luis Riera y continuada por el socialista Antonio Masip y el ya citado De Lorenzo. Hay años de esfuerzo, tesón y dinero público invertidos en cultura musical que han logrado el respaldo del público y han situado a Oviedo en el mapa de los conciertos internacionales.

Los Premios Líricos son más jóvenes. Tienen solo diez años pero en este tiempo, con un presupuesto ajustado y una calidad incuestionable, han conseguido hacerse un nombre en el mundo de la lírica. Son una referencia cultural y musical. Y hace solo cuatro meses, el patronato de la Fundación que los gestiona, presidido por el alcalde, Wenceslao López (PSOE) y con el concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos (IU), como uno de los vicepresidentes, aprobó la celebración de la próxima edición, con los votos de todos los grupos, excepto el de Somos.

En los duros y sombríos tiempos del franquismo, la piqueta municipal derribaba la memoria de la ciudad destruyendo edificios, algunos patrimonio histórico, con la complicidad de las autoridades, en aras de la supuesta modernidad.

La nueva piqueta que destruye y trata de borrar la memoria de estos últimos treinta años es cultural. En este año y medio de gobierno ¿de izquierdas? el presupuesto de los Conciertos y Jornadas de Piano y el de la temporada de zarzuela se ha reducido en unos cien mil euros cada uno, y el de los Premios Líricos en 50.000. ¿Tenemos otros proyectos? ¿Se sabe algo de la nueva sala de exposiciones? ¿Dónde han ido a parar aquellos 400.000 euros que, en el verano de 2015, se destinaron a la ópera "Falstaff", actividad tan cuestionada por el tripartito? Es cierto que ha aumentado el dinero destinado a la llingua, se ha adjudicado una partida al museo de cerámica de Faro y se ha adquirido una pantalla de cine, quizás olvide algo, pero la suma de todo ello no justifica tanto recorte. Esta nueva piqueta destructora, construye poco. Sánchez Ramos no cesó de declarar en los primeros meses de su llegada que, en Cultura, se potenciaría todo lo bueno hecho hasta el momento, y se harían nuevas cosas.

De los Premios Princesa de Asturias, otra de las señales de identidad de Oviedo y de Asturias, solo diré que el pasado viernes, el bello y emotivo discurso que Leonard Cohen pronunció en el teatro Campoamor estaba en todas las redes y en numerosos periódicos digitales, no sólo de España. Y Cohen, no lo olvidemos, donó la cuantía del Premio de las Letras a la Universidad de Oviedo, que hoy tiene una cátedra que lleva su nombre. ¿No tiene eso ningún valor para nuestro gobierno municipal?

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