La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Ciudad Y Los Días

El Campo, un activo poco aprovechado

La ordenación del tráfico del entorno de uno de los pulmones de la ciudad pide más rigor que una encuesta popular, tal y como quiere hacer el tripartito

Habrá que tener cuidado, piensa este veterano del oficio, de no tomar decisiones apresuradas sobre las peatonalizaciones en el centro de la ciudad. Incluso, si se me otorga licencia para ello, uno pondría en suspenso esa suerte de plebiscito anunciado para la toma de decisiones sobre el particular.

Tarea que parece más de técnicos que de espontáneas ocurrencias populares o propuestas por mayoría, cuando no de aventurados arúspices que propongan consultar poco menos que las entrañas de las aves. Lo cual afecta, además, a ese testigo de tiempos y costumbres en la más entrañable historia local que fue el Campo San Francisco, antes corazón verde de la ciudad y escenario continuo de vitales esparcimientos.

Ahora, por cierto, silencioso casi como simple lugar de paso, sin quiosco de la música, cuyas obras están paralizadas desde hace años. Y en La Herradura (que fue objeto de polémica por sus bailes de pago en San Mateo), el cascarón vacío y decadente del armatoste que fue Escuela de Hostelería, hoy nido de bichos, ocupante de un espacio que ya no le corresponde.

Parque central, el de San Francisco, que fue y es todo un lujo de la vida ovetense, con una gran riqueza botánica, sobre todo forestal, hoy infrautilizado sin duda por las nuevas costumbres. Han desaparecido, con toda lógica, soldados, chicas de servicio, barquilleros, piruleros y fotógrafos del minuto; hay menos niños, se ven algunos jubilados, también unos cuantos lectores en la biblioteca del Bombé que antaño ocupó el establecimiento de La Granja, café y sala de fiestas entonces, pocos animalitos... El Campo reclama atención a tenor de los nuevos tiempos. Ahora está en el candelero la posible peatonalización parcial en su entorno. Será por ignorancia del cronista, pero no veo del todo la conveniencia de hacer peatonal la empinada calle Marqués de Santa Cruz.

En fin, si quienes rigen nuestro Consistorio Municipal pudieran desprenderse por un rato de sus obsesiones ideológicas, harían un buen trabajo procurando con rigor soluciones auténticas a los requerimientos de la hora que afectan a todos.

Por ejemplo, un urgente plan de tráfico que tenga en cuenta los cambios en los flujos circulatorios, en los polos de atracción o en desuso, como el viejo y el nuevo Hospital Universitario Central de Asturias, o el posible destino de los espacios libres de la Fábrica de Armas y otros. Soluciones globales con visión de futuro.

Compartir el artículo

stats