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La mar de Oviedo

Fresas

Desde 1475, monjes cartujos levantaron la Cartuja de la Defensión, cerca de Jerez de la Frontera, y, amén de su función religiosa, mantuvieron la pureza de una línea de cría del caballo andaluz, el cartujano, con hierro en forma de campana. Un rey de la época ordenó a los monjes que cruzasen esos caballos con otros del norte de Europa, más fuertes, para tirar de los cañones y los carros, pero se negaron, el susodicho rey montó en cólera y los cartujos cogieron entonces un lote de yeguas y las cruzaron con los caballos del norte, pero los marcaron con un hierro diferente, la campana con badajo. "¿Por qué?", preguntó el rey. Dijo el prior: "El hierro de los caballos cartujanos puros no lleva badajo porque hacen por sí mismo suficiente ruido". Y hasta hoy se mantuvo la raza pura del cartujano, que forma parte del patrimonio nacional. ¿Por qué los productos asturianos no hacen el suficiente ruido?, ¿son genuinos?

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