Mozart vende más discos que las divas del pop. Esta noticia removió los medios a fines de año. Pero en los números influyó el gran cofre que Decca sacó a la venta por el aniversario del compositor, con doscientos discos. La música clásica no está, ciertamente, entre la música más vendida de la industria discográfica, ni es la música más descargada en internet, antes que Justin Bieber o Rihanna. Sin embargo, hay compositores entre los clásicos, como Mozart, que son iconos indiscutibles en su estilo. Beethoven es otro de ellos. Cuando escuchas a Beethoven sientes un choque, una confrontación con modelos clásicos, que el genio de Bonn amplió a su manera, con una inyección expresiva y dramática que, pienso yo, cala en buena parte del público. Así, se entiende que Beethoven dio paso al periodo romántico en la historia de la música occidental.
Beethoven tiene tirón (¡aunque Bach rompe cifras en los resultados de Google!). Así lo percibí también en el concierto monográfico que la Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA) dedicó al alemán, en Gijón y en Oviedo esta semana. Y con buen criterio en la selección del programa, con el "Concierto nº 3 para piano y orquesta", que preconiza el concierto romántico, y la "Séptima" de Beethoven, bajo el impulso rítmico tan definitorio en la evolución del compositor, ya en 1811-1812. Así lo valoraba también Ramón Avello en las notas de un programa que se completó con la obertura, tan transitada, de "Coriolano". Esta pieza nació como introducción musical a la tragedia homónima de Heinrich Joseph von Collin, secretario áulico del emperador de Austria. Esta y otras obras están digitalizadas en sus manuscritos originales en la página web de la Casa-Museo de Beethoven en Bonn: imprescindible para fans, con cartas, material gráfico y diversos documentos online.
En este programa conocimos a Leon McCawley, hoy considerado como "un poeta del teclado", al frente del "Concierto para piano nº 3" de Beethoven, que anuncia un cambio de estilo, con otras turbulencias, en los años de la definitiva sordera del autor. El pianista británico es lírica pura. El reposado movimiento "Largo" fue terreno para la meditación con una amplia gama expresiva del piano solista, quizá con licencias cuestionables en el primer "Allegro con brío". Sin embargo, fue el último movimiento el que me terminó de conquistar, con otro arranque, otro empaque, y una inventiva muy apropiada en los episodios intermedios de contraste.
En suma, fue un viaje sensible, no sin ciertos excesos, y en el que destacó además el trabajo de la orquesta, compañera estable y equilibrada, con el joven director Manuel López-Gómez, nuevo "líder" del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela. La nueva generación de "El Sistema" pisa fuerte, visto lo visto el viernes. "El Sistema" construye una red latinoamericana de excelso compromiso social, cuya labor por y para la música, frente a la pobreza material, le sirvió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes de 2008.
La "Séptima" de Beethoven es otro de los "hits" del repertorio. Se trata de una sinfonía de gran potencia; una obra triunfal desde su estreno, en plena celebración por la liberación napoleónica de la capital austriaca. A ella se dedicó la segunda parte del programa. La OSPA ofreció una versión muy pulida y cuidada en las dinámicas, con un balance ponderado desde el corazón de la orquesta, para un desarrollo fluido, que hizo las delicias del público. El segundo movimiento, "Allegretto", contuvo ese inmortal "crescendo" con el calor de las cuerdas, más un viento en estado de gracia para un "scherzo" de vértigo, que conduce al "Allegro" final, rudo y saturado, si bien López-Gómez destacó detalles, como la parte de segundos violines en la parte final de la sinfonía. En suma, una lectura sólida y no sin personalidad de un Beethoven exuberante, para revisitar iconos de la música académica.
