Los técnicos no recomiendan abrir la Variante ferroviaria de Pajares con un sólo tubo, es decir, un sólo túnel; llaman tubo a lo que el vulgo túnel, un túnel de 25 kilómetros de longitud que atraviesa nuestra cordillera de Pola a Pola, entre Gordón y Lena. Los técnicos ven el peligro en la evacuación del tubo, pues a lo largo de tantos kilómetros pueden producirse percances que obliguen a los pasajeros a desalojar el tren y el lugar; un tubo paralelo, dicen, o sea un túnel paralelo, permitiría escapar raudos a los supervivientes. Mi impresión, en cambio, es que abrir la Variante con un solo tubo, o sea, un solo túnel, más que un problema de desalojo es de choque frontal de trenes si al mismo tiempo o con una diferencia de pocos minutos uno entra por un extremo del tubo y otro entra por el opuesto. Es como si los técnicos advirtieran del peligro de tirarse de cabeza desde el viaducto de Artedo porque abajo no hay botiquín.
