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Concejal del PP en Oviedo

Wenceslao López o Pierre Nodoyuna

El resultado de las decisiones estratégicas del Alcalde

La sentencia del TSJA que condena al Ayuntamiento a readmitir de forma inmediata a 29 empleados de la Auxiliar de Recaudación es una prueba más de la desastrosa gestión de Wenceslao López; una gestión que se contabiliza en fracasos y que hace que se parezca cada día más a Pierre Nodoyuna, el personaje que, con su perro Patán, fracasaba una y otra vez en todo lo que intentaba. El Alcalde fracasa con la inestimable ayuda de Rosón, su "Patán" particular, y de otros concejales que también podrían asumir a la perfección el papel de Tontín y Tontón, los compañeros de Pierre Nodoyuna en "El escuadrón diabólico", pero él, Wenceslao, es el único responsable de este desaguisado porque las erróneas y lesivas decisiones que lo provocan responden a sus obsesiones personales.

Después de años de resentimiento, quería acabar con El Asturcón, y ha acabado, mandando a sus trabajadores a la calle; quería municipalizar la recaudación y ahí tenemos este desastre para las arcas municipales; quería confrontar con la Iglesia, y ahí está su boicot a la Semana Santa y a las tradiciones navideñas; quería volver al pasado, a las fiestas de los 70-80, y ahí está su penosa gestión festiva con la ayuda de otro personaje de comic que también le sigue en su obsesión por acabar con el modelo cultural ovetense atacando los Premios "Princesa de Asturias", eliminando los Premios Líricos y rebajando en más de un millón de euros el presupuesto de la programación musical; quería romper el clima de convivencia y ahí está el sectario cambio de nombres de calles que ha impulsado sin escuchar a los vecinos, guiado únicamente por su afán de venganza y revancha; quería hacer una revolución para perseguir a los ricos y ha pasado de ser Robin Hood a convertirse en el perverso sheriff de Nottinghan con una descomunal subida del IBI que afecta no sólo a los "malvados" del centro de Oviedo sino también a vecinos (sí, les afecta, por mucho que mienta el señor Rosón) de La Corredoria y otros barrios de Oviedo...

La lista de fracasos es interminable, porque Wenceslao no ha sabido tomar una decisión acertada, ponderada y responsable como Alcalde de Oviedo. Hay quien piensa que es un reo de Somos, pero es Somos quien se ha convertido en su marioneta porque es él quien ha protagonizado todas las decisiones y todos los grandes errores del tripartito. Hay quien pide la dimisión de Rosón tras este nuevo varapalo judicial pero, si tuviera dignidad y sensatez, quien en realidad debería asumir toda la responsabilidad es Wenceslao, que en 22 meses no ha tomado ni una sola decisión que no terminara en error y no ha sido capaz de poner en marcha proyecto alguno, hasta el punto de que arreglar baches y aceras y jugar al cascayu en la autopista parecen grandes obras e inversiones en infraestructuras en el Oviedo del tripartito. Por mucho que quiera echar las culpas -otra decisión insostenible- a los jueces y a la Ley, el único culpable es él, Wenceslao, por no querer y no saber cumplir la Ley.

Y en el Gobierno de Pierre Nodoyuna, Patán, Tontín y Tontón nunca se actúa con seriedad e inteligencia. La última ocurrencia es construir, por sólo un millón de euros, un nuevo pabellón para el Oviedo Baloncesto con cabida para 5.000 espectadores. La idea, sin duda, es buena (no en vano figuraba, en otra ubicación, en el programa del Partido Popular), lo que la ridiculiza es el presupuesto: ¿nadie les ha dicho que un pabellón como este tiene que ser cubierto y que no es plan que los espectadores tengan que llevarse las sillas de casa? Lo dicho: sólo sirven para arreglar baches y con cuidado porque Wenceslao tiene un programa de gestión que mete miedo: ¡de fracaso en fracaso hasta la derrota final! ¡Y lo peor es que todavía le quedan dos años para seguir malbaratando el Ayuntamiento!

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