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Profesor de Análisis Geográfico

Huertos, vacas, bicicletas y alimañas

Las opiniones de la derecha sobre el urbanismo de Oviedo

En los últimos tiempos se vienen oyendo opiniones sobre el urbanismo de Oviedo, por parte de representantes políticos de la derecha local, que causan risa y alarma (en proporciones equivalentes) a cualquier persona con un poco de conocimiento en la materia o, simplemente, con algo de sensibilidad territorial y sentido común.

Así, hace unas semanas, una diputada regional planteaba que "rechazar la Ronda Norte era una idea absolutamente atrasada y anticuada", unos días después una concejala consideraba "trasnochado y bucólico el afán bicicletero" de la nueva política municipal y ahora, como guinda del pastel, otro edil del mismo partido se escandaliza porque el gobierno municipal "quiere rodear la ciudad de huertos y vacas". Estas y otras afirmaciones de similar contenido y envoltorio, que vienen a despreciar los proyectos en marcha para conformar un cinturón o anillo verde en torno a la ciudad (entre otras actuaciones de perfil sostenible), constituyen una clara apología del desgobierno y el mal uso del territorio, al tiempo que una muestra bochornosa de ignorancia provinciana respecto a las tendencias urbanísticas que, desde hace tiempo, se desarrollan en el mundo moderno.

Apología del desgobierno porque durante el largo periodo de sus mandatos sucesivos lo que han dejado en el entorno periurbano de la ciudad es un amasijo desordenado de canteras, ruinas, barreras de hormigón, equipamientos molestos, núcleos rurales apolillados y espacios naturales maltratados y desprotegidos. Y no solo eso, sino que han dejado también, como consecuencia de un desmedido afán especulativo y expansionista, desarrollos urbanísticos aislados y a medio hacer (como el de La Manjoya) y 700 hectáreas de suelo urbanizable que no se podrá desarrollar en décadas y, entre tanto, permanecerá como un baldío abandonado y degradado. ¿De verdad puede haber alguien en su sano juicio que prefiera ese tipo de paisaje antes que el de los "huertos y las vacas"?

Y bochornosa ignorancia, porque oponerse a la transformación de ese espacio degradado en un amplio y diverso cinturón agro-natural mediante la recuperación de espacios naturales, corredores ambientales, vías ciclables y zonas de uso agropecuario que sirvan como áreas de encuentro y conciliación entre la ciudad y el campo, es desconocer absolutamente los planteamientos y actuaciones que se llevan hoy a cabo en los espacios periurbanos de todo el mundo.

¿No les suena si quiera el concepto de "Cinturón Verde" o "Green Belt"? Pues fue creado en la ciudad pionera del urbanismo moderno, en Londres, ya en los años treinta del siglo pasado; una ciudad cuyo amplio cinturón verde está ocupado en un 80% por espacios agropecuarios con prados, huertos y vacas, además de otras especies "molestas" de árboles, insectos, anfibios, reptiles, peces y todo aquello que algunos trasnochados todavía catalogan como "maleza" y "alimañas". Pues esa nueva perspectiva del urbanismo conciliador que se inició en Londres, se extendió después a otras muchas ciudades inglesas y no ha parado de crecer en todos los continentes, en todo tipo de países y en contextos económicos, sociales y políticos muy dispares, precisamente porque se trata de planteamientos urbanísticos racionales y beneficiosos en cualquier circunstancia (desde Accra, en Ghana, hasta Vancouver, en Canadá). Por no hablar de la tendencia, también imparable, que hoy se observa en muchas ciudades a potenciar la agricultura de cercanía y fomentar el uso hortícola incluso en el interior de los espacios urbanos, y aún en terrazas y azoteas de ciudades tan "atrasadas" como Nueva York, París o el propio Londres.

Ciudades como Portland, Boston, Ottawa, Frankfurt, Colonia, Stuttgart Copenhagen, Berlín y, en España, Vitoria, son solo algunos ejemplos de cinturones o anillos verdes que cualquier responsable político en el área de urbanismo debería conocer. ¿De verdad merece Oviedo, como ciudad y capital, volver a las manos de quienes desconocen y desprecian lo más elemental del urbanismo contemporáneo? Menos peligroso parece un elefante deambulando por una cacharrería.

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