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La mar de Oviedo

Se le ve el plumero

Se le ve el plumero a la cúpula del edificio número 5 de la calle Principado; o sea, le brotan árboles. Hay en el bajo unas oficinas de la antigua Hidroeléctrica del Cantábrico (hoy EDP del Atlántico), pero dudo que esos arbolitos hagan de pararrayos, más bien son parapájaros y para que sus raíces atasquen desagües, agrieten cornisas, revienten los triglifos y el tambor de la bóveda. Traté de averiguar de qué árboles hablamos pero el zoom de mi cámara es poco preciso y tiembla en las alturas; juraría que se trata de un buxus sempervirens, que viene de Madagascar, indicadas sus hojas perennes para problemas de estreñimiento y de cuya madera se hacen tallas delicadas, y de un aligustre silvestre, que podría venir del Fontán, de frutos muy buenos para obtener tinte y linfocitos para nuestra médula ósea. En fin, con tantas virtudes, no sé si sobran los árboles o sobra el edificio.

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