"Parece música de funeral", dice una mujer saliendo de la Plaza del Paraguas en la que Fee Reega está inmersa en su prueba de sonido. Y quizás se trate de eso, de música de funeral, lo que pretende hacer esta mujer excéntrica o quizás más centrada que la señora que se iba de la plaza. San Mateo tiene mucho de funeral, de despedidas, de cerrar el verano, de enterrar el pasado y comenzar el otoño como los niños que vuelven a clase con zapatos nuevos. San Mateo es para darlo todo, para echar el resto, para vaciar la cartera y dejarse las rodillas pegando saltos en los conciertos, y nada mejor para ello que la música celestial de los funerales. Es curioso como todos los que critican la programación musical de San Mateo, a los que me uno, andan estos días entre escenario y escenario para llegar a todo lo que les apetece ver. Y si no lo encuentran siempre les quedarán reductos como el Gong, con una programación de conciertos esta semana como para dejarse no sólo las rodillas sino el alma entera.