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La mar de Oviedo

Pulpo del Arni

Pulpo a la brasa comí en la Taberna de Arni, en la calle Mateo Llana, 6, bien atendido por Argelio. Un pulpo, como todos, que tenía tres corazones (los tres comí a la brasa), necesarios para mantener la presión alta y así cumplir como nadador, predador y copulador. Su corazón principal, o corazón sistemático, lleva sangre oxigenada al cuerpo y sus otros dos corazones transportan a las branquias la sangre sin oxígeno. El color azul de su sangre se debe a la hemocianina, con alto contenido en cobre, en lugar de hemoglobina, con alto contenido en hierro, y el color rojo de la salsa se debe a que al aceite le puso la cocinera pimentón. Además de un corazón plural, el pulpo tiene mucha cabeza, de hecho es el invertebrado más inteligente, pero el de Arni cayó con patatinas y un vino fresco, prieto picudo. Lo cuento porque hoy las musas pasaron de mí y tuve que admitir al pulpo como animal de compañía.

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