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Crítica / Teatro

Género, glamour y radio

"Femenino plural", una obra de eficaz dirección e impecable ejecución

"Femenino plural" es como el jazz. Aterciopelado y al mismo tiempo desgarrador, una caricia que seduce al espectador con la sensual interpretación de las dos locutoras de este programa de radio hecho por y para mujeres, que no rehúye de los dramas de la vida. El ritmo del jazz y el glamuroso vestuario de las actrices nos traslada al "Días de radio" de Woody Allen, creando una atmósfera sugerente en la que el espectador pueda liberarse de sus preocupaciones. La pieza se estructura en una sucesión de cuadros en los que distintos oyentes exponen sus penas a las conductoras del programa. Mayra Fernández y Gemma de Luis se desdoblan con maestría en una decena de personajes, algunos sólo en off. Las escenas se suceden con un ritmo ágil y una rápida transición entre ellas, fruto de los nueve años de rodaje de un espectáculo que ha recorrido con éxito toda Asturias.

Comenzando por Imelda, una compradora compulsiva de zapatos, a la que su pasión ha llevado a la delincuencia, siguiendo con una madre soltera y sobreprotectora que trata de evitar que su hija adolescente acabe como ella ante la amenaza que supone Charly "el de los hierros" o el hilarante monólogo del símil entre las lavadoras y el género masculino, en el que brillan tanto el texto como la interpretación. Pero uno de los momentos más bellos y duros de la función es el "Hola cariño", un cuadro de gran fuerza expresiva y escalofriante belleza con texto y puesta en escena de Andrés Mata, en el que se denuncia la violencia contra las mujeres, haciendo muy apropiada su programación en el "Día contra la violencia de género". En la obra predomina el tono cómico como demuestra el monólogo de la viejecita "con sorpresa" que no logra desprenderse de los recuerdos del pasado, en una asombrosa caracterización de Mayra o la divertida parodia del anuncio de compresas a ritmo de "No me voy sin bailar", versión de Ella Fitzgerald popularizada por Ana Belén. Sin embargo, también hay momentos melodramáticos, como la intervención en off de Xuaco Carballido, el marido de una enferma de cáncer que quiere desearle una pronta recuperación y transmitirle un mensaje de esperanza. Y como cierre de la función, una escena muy tierna, que fue incorporada con posterioridad a su estreno, en la que dos angelicales niñas planean "secuestriar" a su hermanito, pues no saben cómo ha logrado introducirse en la barriga de su madre.

Una escenografía sencilla en blanco y negro simulando un tablero de ajedrez con pódium al fondo y dos mesas con micros de radio antiguos son el marco para el lucimiento de las intérpretes, sobre las que recae todo el peso de la función. La eficaz dirección e impecable ejecución son las responsables de uno de los mayores éxitos de esta compañía que se caracteriza por el rigor y el buen hacer en todos sus trabajos.

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