Roberto Sánchez Ramos, el concejal de Cultura y tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Oviedo, no sabe a qué se dedica la Sociedad Filarmónica de Oviedo. Eso aseguró ayer en este periódico como respuesta a los lamentos de esa entidad por la falta de apoyos de las administraciones.
Desconozco quién tiene razón. Si la Sociedad Filarmónica merece más apoyo municipal o si ya recibe mucho con la cesión de un teatro municipal para sus actividades. Tampoco sé si esta entidad pidió alguna vez de forma oficial esa ayuda que ahora echa en falta.
Lo que sí tengo claro es que Roberto Sánchez Ramos, concejal en Oviedo desde 1991, hace nada más y nada menos que 26 años, debe saber perfectamente quiénes forman parte de la Sociedad Filarmónica y qué conciertos organizan. Y que su reacción sólo es una frase supuestamente ingeniosa, y claramente desafortunada, para ganar un titular.
Puede que el Ayuntamiento de Oviedo ya apoye de forma suficiente a la Sociedad Filarmónica, pero el concejal pierde toda la razón con ese desprecio gratuito a unos ciudadanos que dedican un esfuerzo totalmente desinteresado a potenciar la cultura de Oviedo.
La alternativa contraria, que Sánchez Ramos desconozca de verdad la actividad de la Sociedad Filarmónica, sería mucho peor.
