El día en que la profesora de Bioquímica Sofía Ramos llegó a la puerta del despacho de su esposo, el catedrático Pedro Sánchez Lazo, y le confesó: "Mañana tengo que explicar a los estudiantes de Medicina la hemoglobina, y se me ha olvidado", a él el mundo se le puso "patas arriba". Desde entonces vivieron una lucha en la familia y amigos, según Sánchez Lazo, "han sido fundamentales para nuestra estabilidad". Todos esos apoyos y decenas más se unieron ayer hasta colapsar el Aula Magna del edificio histórico de la Universidad en un cariñoso y emotivo acto de despedida, tras el fallecimiento de la mujer, el pasado martes. Una destacada representación de la comunidad universitaria, encabezada por su rector, Santiago García Granda, quien leyó el poema "Homenaxe" de Aurelio Ovies, rindió tributo a una docente e investigadora "que era todo bondad".

El cuarteto "Asturias" puso música de Bach, Mozart y Beethoven a una ceremonia atípica en la Universidad, emocionante por momentos, que culminó con una ovación de varios minutos en la que familia -el viudo Sánchez Lazo y el hermano de la fallecida, Isidoro Ramos- junto a sus íntimos -el director del Laboratorio de Medicina del HUCA, Paco Álvarez, y una de sus discípulas, Eva del Valle- enumeraron las bondades de las que hizo gala, en lo personal y en lo profesional Sofía Ramos, retirada desde hace años por un Alzhéimer precoz. Sus compañeros de departamento, por boca de Eva del Valle, la recordaban como una mujer generosa que destacaba por su "saber estar, cercanía, entusiasmo y buen carácter. Tu sonrisa nunca se apagará". "Gracias, jefa, mentora y amiga", concluyó Del Valle, del departamento Biología Celular.

Su huella se hizo visible en el Aula Magna de la Universidad en una de las últimas aficiones que cultivó: la pintura. De sus "logros científicos" y su "capacidad extraordinaria" para convertir sus trabajos "en referencia mundial" dio cuenta entre lágrimas y agradecido, Sánchez Lazo. La pareja se conoció en Doñana siendo aún alumnos de Biología y desde entonces sus trayectorias han estado unidas. "Ella fue el catalizador de nuestro grupo", recalcó Sánchez Lazo, "sus trabajos son referente mundial, es la verdadera líder". Y todo lo que ponía en práctica, lo hacía "con un carácter entrañable y risueño". Esa imagen y el Himno a la Alegría cerraron una ceremonia para el recuerdo. Su hermano Isidoro la rememoró en una lectura dramatizada como una mujer "melodiosa, amable, simpática, activa y entusiasta. Brillabas.Te hiciste un hueco entre las mejores". Paco Álvarez, amigo del matrimonio, destacaba su sencillez: "Nunca luchó por estar en la primera página. Hizo una labor callada pero reconocida por sus colegas".