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Concejal del PP en el Ayuntamiento de Oviedo

Oviedo lleva tres años en manos de pirómanos

Los problemas del tripartito con el Presupuesto

El concejal Rubén Rosón ensalzaba el sábado en estas páginas las virtudes del tripartito, endosando al Partido Popular un rol de pirómano. Insiste, desde que están al mando del consistorio, en que son el paradigma del cambio, que están reduciendo la deuda y aumentando el gasto social, cuando la realidad es que no están sabiendo ejecutar su propio presupuesto. Prueba de ello, el año pasado quedaron sin gastar 54 millones de euros y con una ínfima ejecución de inversiones del 17%. Presumir de políticas sociales cuando te saltas la regla de gasto por casi 28 millones no parece muy meritorio. Solo estas cifras revelan que no saben ni gestionar ni gobernar y muestra la nula utilidad de una parte importante de los impuestos, que no se traducen en servicios ni en una mayor calidad de vida para nuestros vecinos.

La triste realidad es que desde hace tres años Oviedo está en manos de pirómanos, con un largo rosario de despropósitos que lo avalan. Presumir de saltarse la ley es el ejemplo más insultante que tiene su máximo exponente en el presupuesto municipal de este año. El PP ovetense ya había advertido las nefastas consecuencias que podría ocasionar aprobar un presupuesto infringiendo la ley, con un déficit de 4,5 millones e incumpliendo la regla de gasto por casi 28 millones, porque no hay alternativa a la ley. Lo hicieron, como el pirómano, a sabiendas de ello. Hacerlo en marzo y con mayoría absoluta, además de ser una anomalía mayúscula, paraliza el municipio medio año, dañando la imagen del ayuntamiento con restricciones y retrasos. Esto perjudica el empleo, genera desconfianza, incertidumbre y falta de credibilidad, tanto en la ciudadanía como en los agentes económicos y sociales.

El Ayuntamiento de Oviedo no sólo está tutelado financieramente por la Consejería de Hacienda del Principado por incumplir la ley, sino que corre el riesgo de ser intervenido por Hacienda. Una situación bochornosa y sin precedentes en Oviedo. Si Rubén Rosón quería confrontación con el Ministerio de Hacienda, ha logrado chocar, no con Montoro, sino con Oviedo y los ovetenses, porque su actuación perjudica al interés general de nuestros vecinos.

Eliminar los Premios Líricos, una iniciativa que generaba 12 empleos y reportaba al PIB más de medio millón de euros con un coste de 260.000, es otro ejemplo de práctica del pirómano. Todo en perjuicio de Oviedo y de los ovetenses. Insistir empecinadamente en la aplicación del IBI diferenciado con graves carencias en el expediente, cuando en 2017 el TSJA tumba la principal fuente de ingresos municipal, el IBI, también es asumir un elevado riesgo para la ciudad. Este año son doce los recursos admitidos por los tribunales.

El presupuesto municipal de 2018 es una muestra de que el tripartito no está capacitado para gobernar. Una posible suspensión de las cuentas municipales por parte del TSJA sería un auténtico tsunami, que además generaría un enorme trabajo a los técnicos municipales. Una situación arriesgada y caótica que se evita, estimado lector, simplemente cumpliendo la ley. Algo que se da por descontado, salvo con el tripartito ovetense: el efecto tripartito.

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