Escribo esto el lunes 28 y sé que esta mañana del martes, no me preguntéis la hora porque tampoco estoy para muchas contemplaciones (seré uno de los afectados), un avión comercial, procedente de Madrid, después de sobrevolar el Montsacro y Oviedo a una altura más baja de la cuenta, con 150 pasajeros a bordo, se estrellará en la margen derecha de la ría del Nalón, calculo que entre El Castillo y el campo de fútbol El Pico, de La Arena; el siniestro sucederá temprano, en bajamar. Sé por Nostradamus y porque todas las tragedias acaban en muerte (de la misma manera que todas las comedias acaban en boda), que habrá 30 heridos, 35 muertos y 85 desaparecidos. ¿Asturianos?, muchos, ¡un horror! En fin, aguardemos a lo que nos depare el destino y soportemos con presencia de ánimo lo irrevocable. Una vez al año, para organizar nuestra vida, qué bien nos vendría a cada cual un simulacro de cita personal con la muerte.
