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El gran regreso

La banda de Jorge Martínez vuelve a la escena, tras cinco años de pausa, con el álbum "La vida es fuego"

El gran regreso

"Voy al bar". Ésa es la primera canción de la vuelta con disco de estudio de "Ilegales". Y es una canción con sonido "Ilegales" absolutamente. Y, además, absolutamente vigente. Suficiente para dar un meneo a la escena actual. Jorge Martínez y su grupo (Alejandro Espina, bajo y coros; y Jaime Beláustegui, batería y coros) están aquí de nuevo.

"La vida es fuego", que así se llama el álbum, suena a siglo XXI, a 2015. Nada se perdió por el camino en la parte creativa. Los textos son buenos relatos, con contundencia: "me has envuelto en mil traiciones / desde que te conocí / me has buscado mil problemas / y ahora te busco yo a ti / ¡qué asco me dan los cobardes, / los que siempre y al acecho / los que nunca por derecho / buscan procurar un mal (...)", se dice en la pieza que da título al disco. Una muestra de ese punto de originalidad que Jorge Martínez siempre pone en sus textos.

Vuelve "Ilegales", buena noticia para el rock and roll. Lo hace cinco años después de la parada en la que su líder realizó el proyecto orquestal "Los Magníficos", con el que recreó otros tiempos musicales y otras canciones.

Varios detalles despertarán al oyente de "La vida es fuego", pero sobre todo esos guitarrazos tan de "Ilegales" (hay un sonido "Ilegal", que eso ya da galones), la ya citada categoría de los textos y la base de ritmos, que siempre son un chorro de energía o, como diría un medio pijo, un chute de adrenalina. Otro detalle tiene que ver con el diseño de la portada. Se trata de una recreación de una vieja foto de Ouka Leele que había desaparecido y estuvo entre las posibles portadas del primer disco de "Ilegales" en el año 1982.

Hay un comentario de Jorge Martínez hecho en el momento en que se estaba pariendo el disco que sentencia cualquier argumento respecto al regreso del grupo y es que, explica el guitarrista, los temas que se estaban componiendo para el proceso de grabación del disco son canciones que suenan a "Ilegales" y es "una estupidez hacer que las grabe cualquier otro grupo", dijo.

Son once canciones que, efectivamente, viajan al mundo de "Ilegales" como si el tiempo no hubiera pasado. Nada impide que el grupo entre en la escena actual con naturalidad. Cada canción está vigente. Y hay algún mensaje al respecto en "Hipster", un título que viene que ni pintado ahora que resulta que llevar barba poblada y beber cuatro licores tiene como consecuencia el título de una modalidad hippie "afeitada" bajo el sinónimo de hipster: "Ya no tengo derecho a la inocencia indie de ayer / los nuevos trastos filosóficos adornan aún mejor / ¡Qué ideas tan exactas, nuevas y adelantadas! / ¡Viva el cinismo cómico, la época y la especie / Jamás en la vida, mi revolución, va más allá del cascaron... /En mi nuevo yo marcando tendencia en el Primavera Sound reviento de satisfacción".

Ésta es la primera grabación de "Ilegales" desde hace doce años. Y para eso el grupo tiene lista una gira, para plasmar en vivo estos nuevos temas. Justo una de las virtudes más sobresalientes es el directo del grupo, ya muy alabado desde su nacimiento.

Un nacimiento que se remonta a los setenta, a cuando los Martínez, Jorge y Juan Carlos, junto a David Alonso forman los "Madson". Poco después se rebautizarán como "Los Metálicos".

Lo siguiente fue la llegada de Íñigo Ayestarán en el bajo para nacer "Ilegales". Más adelante, en 1981, ganan el concurso de rock "Villa de Oviedo" y de tal certamen aparecieron las grabaciones de temas de leyenda, alguno premonitorio: "Europa ha muerto", "La fiesta" y "Princesa equivocada". Lo siguiente fue un single, con "La pasta en la mano", y "Revuelta juvenil en Mongolia". A partir de ahí el mundo "Ilegales" caminó hacía una historia que lo convertiría en referencia inequívoca del rock nacional. (Posteriormente tendría la entrada de Willy Vijande). Desde entonces los éxitos se sucedieron, con discos absolutamente históricos como "Tiempos nuevos, tiempos salvajes", entre otros. Y, efectivamente, con un signo de identidad: el potente directo del grupo.

Y aquí estamos, en 2015 con "La vida es fuego", que tomará forma de inmediato para presentarlo en vivo. La primera sala en dar fe va a ser un clásico, el Joy Eslava de Madrid, el 25 de este mes, para proseguir en Valencia, Sevilla y Málaga.

"La vida es fuego". Los "Ilegales" con todo su nervio y su sonido explosivo. Con perlas a elegir. Además de las citadas, añádanse "El teléfono y el mal", una de esas baladas o canción de medio tiempo, o como se quiera decir: en todo caso una canción que engancha en el ritmo, la interpretación y la letra: "... Cada vez que me miras sin ver" / con esa académica elegancia y fluidez / Algo te sigue... el teléfono y el mal..." Hay un boogie de esos que hace mover la pierna a su compás ("Aquel boogie pesado"); hay canciones de metáfora muy directa ("Souvenir"). Y así una retahíla de composiciones: "La mala hierba", "Regresar a Irlanda" ("? Nunca olvido a esa chica irlandesa / que cantaba afinando la voz / y con dulces y tristes canciones / tantas tardes de lluvia llenó..."). O la psicodélica, o así, de la despedida, "Las rosas trepadoras asesinas". Lo dicho; un lustro después resurge "Ilegales" con "La vida es fuego".

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