Al sur de Ystad está el barrio de Sandskog, justo a la orilla del Báltico. Allí, al lado de una inmensa playa, están las casas más caras. Ese barrio fue el escenario elegido por Mankell para situar uno de los crímenes más brutales de los libros, el de un antiguo ministro de Justicia, en "La falsa pista".