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El segundo cese de la Coca-Cola en Asturias

El refresco estadounidense deja de fabricarse de nuevo en la región tras el fin de su envasado en Gijón y Oviedoen 1936 l Los asturianos emigrantes conocieron la bebida ya en el siglo XIX, en Tampa y en Cuba

El segundo cese de la Coca-Cola en Asturias

El cese de la fabricación de Coca-Cola en Asturias, que acaba de avalar la Audiencia Nacional, y que pone fin a 53 años de actividad embotelladora en Colloto (Siero), no es un hecho inédito. Ésta es la segunda vez que Coca-Cola deja de fabricarse en la región.

Asturias produjo y envasó Coca-Cola entre 1929 y 1936. Gijón fue en 1929 la primera ciudad asturiana que elaboró la bebida refrescante, creada el 5 de mayo de 1886 por el farmacéutico John Pemberton en Atlanta (Georgia, EE UU), y Oviedo se sumó en 1930. En ambos casos, la iniciativa fue del asturiano José Costales Fernández. Un hijo suyo, Lucas, puso en marcha tres años más tarde, en septiembre de 1933, una fábrica en La Coruña para abastecer a toda Galicia. Cuando los Costales se decidieron a ser envasadores de Coca-Cola, el refresco ya era conocido en España. La revista corporativa de The Coca-Cola Company dijo en 1929 que su refresco ya se podía “encontrar en las plazas de toros de la alegre España”.

A España el refresco de cola, cafeína y coca, entre otros ingredientes, había llegado en 1926 importado del extranjero. En 1919 la multinacional había solicitado el registro de su marca en España para proteger su propiedad y la inscripción quedó formalizada en 1921. 1919 fue el año en el que la compañía estadounidense dio por vez primera el paso de extenderse por Europa. Ocho años más tarde, en 1927, Hans Peter Olsen, un danés afincado en Tenerife, y su hijo Guillermo fueron los primeros fabricantes bajo licencia en suelo español. Cuando en 1929 los Costales dieron el paso en Gijón, y un año más tarde en Oviedo, Coca-Cola tenía 23 envasadores autorizados en España. Coca-Cola Company les enviaba el concentrado de su refresco (el componente secreto “Merchandise 7X”) en unas botellas negras de medio kilo (hoy se transporta en bidones de 50 kilos) y los embotelladores lo mezclaban con agua, azúcar y gas carbónico.

La producción de Coca-Cola en Asturias a partir de 1929 no fue casual. Charles Haward Candler, presidente de Coca-Cola desde 1916, y el primero en internacionalizarla, fue relevado en 1923 por Robert Woodruff, hijo de un banquero de Atlanta. Nadie nunca tuvo tanto poder y durante tanto tiempo en Coca-Cola como Woodruff. Fue presidente durante 32 años (hasta su jubilación en 1955), pero durante los 30 años siguientes, hasta su muerte en 1985, formó parte de la Comisión de Finanzas y no se tomó una sola decisión trascendental en la compañía sin pedir su anuencia.

Woodruff impulsó la internacionalización: se crearon filiales en Italia (1926), Holanda (1927), España (1927) y otros países. En 1929, el año en que Gijón empezó a fabricar la bebida, la empresa estadounidense se dotó de un departamento de negocio extranjero y en 1933 creó la filial The Coca-Cola Export Corporation. El fenómeno mundial de la Coca-Cola comenzó a gestarse entonces.

El refresco de color marrón oscuro, con espuma amarilla y envasado en una botella verde contorneada alcanzó notoriedad en un país de gaseosas y sifones pero más entre las clases acomodadas que entre las modestas. Su consumo fue habitual entre la burguesía gijonesa en 1935 si hacemos caso del retrato que hizo de este pujante grupo social Faustino González-Aller en “El onceno mandamiento”.

El conocimiento asturiano de la Coca-Cola se remontaba a mucho antes de que llegase a Asturias. Muchos asturianos habían conocido la Coca-Cola en América a fines del siglo XIX. Es probable incluso que, como grupo regional, fuese el primer colectivo español en disfrutar de su sabor. En Tampa (Florida) la emigración asturiana ligada a la industria del tabaco era ya numerosa a mediados del XIX, aunque el Centro Asturiano, filial del de La Habana, no se creó hasta 1902. Los asturianos de Tampa habían llegado en su mayor parte desde Cuba. Y estaban allí cuando, antes de 1898, la Coca-Cola empezó a venderse en Florida, Colorado, Carolina del Sur, Texas, Mississippi y Nueva Inglaterra. Entonces el refresco aún se elaboraba con 9 miligramos de cocaína por vaso. La cocaína desapareció de la fórmula entre 1903 y 1906, aunque algún autor asegura que en 1929 -y, por lo tanto, cuando se empezó a embotellar en Asturias- aún conservaba trazas.

El conocimiento entre los asturianos y otros muchos españoles de la emigración se generalizó tras la guerra de Cuba y el fin del imperio español en 1898. Coca-Cola desembarcó en Cuba con las tropas norteamericanas y el refresco se hizo muy popular entre la colonia española. Fue un hostelero español llamado Barrio quien inventó el cubalibre cuando mezcló el refresco estadounidense con ron cubano. Fue el mismo año (1898) en que otro farmacéutico, Caleb D. Bradham, empezó a elaborar la Pepsi-Cola en Carolina del Norte. La Coca-Cola aún no se embotellaba. Se vendía como las cañas de cerveza. El embotellado empezó en 1899 y fue una copia de la bebida refrescante cubana Piña Frío. En 1909 Coca-Cola ya tenía fábricas en Cuba, Hawai y Puerto Rico.

La famosa botella “contour” fue posterior: se diseñó en 1915.

Las dos plantas de Gijón y_Oviedo perduraron hasta el estallido de la Guerra Civil, en 1936. Las hostilidades bélicas, la incautación de sus vehículos de reparto para fines militares y la dificultad de acceder al jarabe que se suministraba desde EE_UU_impidieron la continuidad del negocio. La Coca-Cola desapareció de Asturias y de España.

Pero la empresa Coca-Cola nunca abandonó el país. En 1940, al término de la Guerra Civil, reemprendió la fabricación, aunque no de la famosa bebida creada por Pemberton. La dictadura franquista, que había optado por la autarquía, no concedió autorización para la importación de la fórmula secreta “7X” y el pago de “royalties” al exterior. La Compañía Coca-Cola de España, filial de la estadounidense, optó por fabricar otro refresco: Kappy, la actual Fanta. Fanta nació en la Alemania de Hitler cuando el bloqueo aliado al III_Reich impidió a Coca-Cola seguir suministrando el jarabe a sus envasadores._Algunos jerarcas nazis también pusieron dificultades a Coca-Cola pese a que había patrocinado los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936. Max Keith, el principal embotellador alemán de Coca-Cola, sustituyó el refresco de cola por otro elaborado con ingredientes nacionales. En la fabricación de Fanta se utilizaron residuos de los lagares de sidra, entre otras materias primas. El refresco se produjo también en los países que iban siendo ocupados por el III_Reich, pero en ellos la bebida adoptó el nombre de Kappy: la marca Fanta, de fonética germana, se consideró inconveniente para la aceptación del producto en los países invadidos.

Tras la II_Guerra Mundial, Coca-Cola pensó en el Kappy para reanudar su actividad en España. El refresco necesitaba menos azúcar que la Coca-Cola -un factor muy relevante en la España del racionamiento y la penuria extrema -y no precisaba importar el concentrado secreto. Aunque The Coca-Cola Company inscribió la propiedad de la marca Fanta en España en 1946, el refresco siguió llamándose Kappy hasta 1961. La guerra fría salvó al régimen franquista, que había quedado políticamente aislado por su alianza con Hitler y_Mussolini. El modelo económico de la dictadura estaba agotado y precisaba apoyo. El cambio trascendental se produjo en 1953, con la firma de los pactos de España con_EE UU y del_Concordato con el_Vaticano. Ese año el refresco ¬Coca-Cola volvió a venderse en España. El retorno de la Coca-Cola no fue una consecuencia de los pactos. Más bien fue un antecedente. Porque cuatro años antes, en 1949, el general Francisco_Franco recibió en el palacio de El_Pardo a James Aloysius Farley, un dirigente de la Coca-Cola desde 1940, que había desempeñado puestos relevantes en la Administración_Demócrata y que en 1948 había reclamado el apoyo de EE_UU a Franco frente al comunismo. Coca-Cola tuvo habitualmente presidentes demócratas y Pepsi, republicanos. Woodruff, el mandatario de Coca-Cola, era -como su sucesor en 1955, Bill Robinson -íntimo de Eisenhower, presidente de EE_UU entre 1953 y 1961, como lo fue de Lyndon B._Johnson, presidente_entre 1963 y1969.

En la vuelta de Coca-Cola a España como en la llegada de Pepsi-Cola en 1955 fueron decisivos los espías._Pepsi se apoyó en el republicano catalán Ricardo_Sicre, que en la II_Guerra Mundial colaboró en el desembarco aliado en el Norte de África, participó en la “Operación_Banana” para infiltrar informadores en España y trabajó para el servicio estadounidense de espionaje OSS, antecedente de la CIA. Para Coca-Cola fue decisivo Alexander Makinsky, que huyó de la Rusia bolchevique, colaboró durante la II_Guerra Mundial con el servicio de información militar de EE UU y en 1946 fue contratado por Coca-Cola. Makinsky, que había mantenido contactos durante la Guerra Mundial con los gobiernos pronazis de España y_Portugal, fue el hombre que, a través de su amigo y diplomático español Ángel_Sagaz, logró ser recibido por Franco y pactó la reunión de Farley con el dictador. La autorización para que Coca-Cola pudiese importar el concentrado abrió la fase de búsqueda de empresarios dispuestos a montar bajo licencia las fábricas. Lo hicieron Juan_Manuel Sainz de Vicuña, sobrino de Andrés Soriano (presidente de Cervezas San_Miguel y envasador de Coca-Cola en Filipinas) y Gregorio_Marañón_Moya. Sainz de Vicuña, vinculado a Banesto, captó a los asturianos Argüelles y a otras dinastías del banco. Los March y los astur-leoneses Fierro rechazaron la propuesta en 1950. No vieron negocio. Ildefonso Fierro dijo que fue el mayor error de su vida. En 1951 los Daurella crearon Cobega, el primer embotellador, y en 1953 Coca-Cola volvió al mercado español. En_Asturias la introdujo desde Bilbao un riosellano que la distribuía en la región. También llegó desde Galicia. Para crear_Asturbega (1959) y levantar la fábrica de Colloto (1961) se contó con las familias del Banco Herrero, dueñas a su vez de Cerveza El Águila Negra:_Herrero, González del_Valle, Hidalgo,_Aznar... Otras estirpes de la burguesía asturiana (Armada, Pidal, Cañedo y Loring, emparentadas entre sí) se dividieron en la enconada guerra de las bebidas de cola. Algunos miembros de este bloque dinástico fueron accionistas de Asturiana de Bebidas Gaseosas (Asturbega), fabricante de Coca-Cola, mientras otros lo eran de Embotelladora Asturiana (Embasa), productora de Pepsi.

Los fabricantes pioneros en Gijón y Oviedo

La primera vez que se fabricó Coca-Cola en Asturias fue en Gijón en 1929. La actividad la emprendió José Costales Fernández, quien un año más tarde hizo lo mismo en Oviedo. Un hijo suyo fundó en 1933 la misma actividad en La Coruña para abastecer a Galicia. La fabricación de Coca-Cola en Asturias, que comenzó dos años después del primer centro de envasado del que hay constancia en España, perduró hasta 1936. El levantamiento militar y la Guerra Civil cancelaron la actividad. Los vehículos de distribución y reparto de Coca-Cola en Gijón (en la fotografía superior) y Oviedo fueron incautados para uso militar y el conflicto bélico dificultó el suministro del concentrado desde Atlanta (EE UU).

Medio siglo fabril

La primera Coca-Cola que se fabricó en Asturias después de la Guerra Civil se embotelló el 16 de junio de 1961._La última, el 14 de febrero de 2014. La planta de Asturbega, en Colloto (al fondo, en la foto), nació con 44 empleos y, ahora, tras el fin a 53 años de actividad fabril, ha vuelto al tamaño de entonces. Integrada en el nuevo gigante Coca-Cola European_Partners, Asturbega hará ahora distribución y comercialización.

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