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Tapas y tapones válidos:

Tapones que abren a la vida

Cada día son más los proyectos de recogida de tapas de plástico para ayudar a las familias con hijos con tratamientos caros u ortopedias que no cubre la Seguridad Social

Las iniciativas de recogida de tapones de plástico para ayudar a familias con hijos afectados por enfermedades de las llamadas raras o minusvalías que requieren tratamientos médicos u ortopedias costosos que no cubre la Seguridad Social siguen creciendo. Transcurrida más de una década desde que se popularizó este modelo solidario, lejos de aplacarse continúan naciendo nuevas propuestas en todos los rincones del país. Rara es la comunidad autónoma que no se ha movilizado para recolectar las tapas de los envases e intentar aliviar el sufrimiento de niños o jóvenes con dolencias irreversibles.

Las propias familias, fundaciones, organizaciones no gubernamentales o las asociaciones de enfermos son generalmente los impulsores de estas campañas, que llevan el nombre de Iker, Iván, Nati, Antonio Jesús... y como apellido, una enfermedad generalmente devastadora. Ante tal crueldad, la ciudadanía, con el apoyo de organizaciones públicas y privadas, responde con conciencia solidaria y se vuelca en reunir cuantos tapones, tapas y tapaderas tiene a su alcance. Así, empresas, instalaciones deportivas, colegios, centros sanitarios, clubes sociales, asociaciones, comunidades de vecinos, e incluso comandancias de la Guardia Civil se implican en este compromiso con los más necesitados, al tiempo que protegen el medio ambiente.

Los tapones válidos para reciclar son de polietileno y polipropileno. Son resistentes, no se rompen al presionar y forman parte de numerosos productos de consumo doméstico cotidiano: leche, agua, lavavajillas, bolígrafos y rotuladores, pasta de dientes, bombonas de butano, champús, geles de baño, suavizantes del pelo, cremas hidratantes, botes de especias...

Entre el conjunto de plásticos para reciclar, los tapones son el producto más adecuado debido a su calidad, reducido tamaño, fácil transporte y limpieza. Estos aspectos reducen los costes del tratamiento.

La Fundación Seur es una de las instituciones que desarrollan un proyecto solidario basado en los tapones. Bajo el nombre "Tapones para una nueva vida", recoge las cubiertas de los envases, que entrega a una planta de reciclaje para, con el dinero recaudado, ayudar a niños con problemas de salud. Lo inició en abril de 2011 al unirse a la familia de un niño bilbaíno que entonces reunía tapones para sufragar la compra de un bipedestador, aparato especial que estabiliza al paciente permitiéndole permanecer de pie. Una vez alcanzado el objetivo decidió abrir esta acción de forma permanente y llevarla a todo el territorio nacional y también a Portugal. Nacía un proyecto del que hasta la fecha se han beneficiado un centenar de personas. En este tiempo ha acumulado más de tres mil toneladas de tapones, correspondientes a 1.700 millones de unidades.

A través de esta iniciativa, señalan desde la Fundación Seur, se han reciclado más de mil toneladas de plástico, "material derivado del petróleo, que tarda más de 500 años en degradarse. Se evita la extracción de más petróleo y la fabricación de plástico nuevo, ya que se pueden producir materiales con plástico reciclado, reduciendo así el uso de energía, materias primas y generando menos residuos".

Para participar en este proyecto, la fundación ofrece varias alternativas: depositar los tapones en cualquiera de las trescientas tiendas Seur de España, aprovechar las rutas de los repartidores o utilizar los puntos de recogida que están en marcha: centros de salud, colegios, polideportivos, oficinas, bares... Hay más de mil en todo el país. No se admiten envases debido a su volumen y se pide abstenerse de donar tapones de productos tóxicos o peligrosos.

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