Infecciones respiratorias en niños, bajo peso al nacer o un deficiente desarrollo psicomotor son algunas de las alteraciones en la salud humana que en Asturias está produciendo la contaminación ambiental. Adonina Tardón, profesora acreditada a catedrática de medicina preventiva y salud pública de la Universidad de Oviedo, dirige varios estudios sobre la relación entre agentes contaminantes y enfermedades. En las líneas que siguen, la profesora Tardón analiza la situación de Asturias y expone algunos de los resultados que ha obtenido en sus investigaciones desde el Instituto Universitario de Oncología del Principado (IUOPA). Alerta sobre la situación de la zona oeste de Gijón y del área de la ría de Avilés, y recomienda, entre otras medidas, promover la generación de energía limpia, la incorporación de autobuses eléctricos y suprimir las descargas a cielo abierto.
Los más peligrosos
Incidiremos en cuatro contaminantes. A) Dióxido de azufre (SO2): es un gas contaminante primario producido durante procesos de vulcanizado y combustión de combustibles fósiles, por ejemplo en instalaciones de generación de energía, como centrales térmicas, en la industria siderometalúrgica y en la industria petrolífera; también por calefacciones y vehículos. B) Partículas en suspensión (o PM): afectan a más personas que cualquier otro contaminante. Aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como de cáncer de pulmón. La mortalidad en ciudades con niveles elevados de contaminación supera entre un 15 y un 20 por ciento la de ciudades más limpias. C) El ozono a nivel del suelo (que no debe confundirse con la capa de ozono en la atmósfera superior): es uno de los principales componentes de la niebla tóxica. Los niveles más elevados se registran durante los períodos soleados. El exceso de ozono en el aire causa problemas respiratorios, provoca asma, reduce la función pulmonar y origina enfermedades pulmonares. D) NO2 (dióxido de nitrógeno): los síntomas de bronquitis en niños asmáticos aumentan en relación con la exposición prolongada al NO2. La disminución del desarrollo de la función pulmonar también se asocia con las concentraciones de NO2 registradas (u observadas) actualmente en ciudades españolas, europeas y norteamericanas.
El centro de Asturias
En la zona central de Asturias se acumula la concentración de las ciudades más pobladas (Oviedo, Gijón, Avilés) -y la consiguiente emisión de contaminación atmosférica procedente del transporte urbano- con las industrias pesadas que emiten contaminantes en su proceso productivo. En la zona de Gijón oeste y el área de la ría de Avilés se han presentado este último año varios procesos de alarma poblacional por superación de los niveles máximos definidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como aceptables.
Más medidores
Habitualmente se mide el nivel de estos contaminantes más importantes en la red de vigilancia de la contaminación atmosférica en Asturias. Algunas actividades de mejora pueden ser, por ejemplo, aumentar el número de estaciones fijas, y que se evalúe periódicamente la composición de las partículas PM. Así se podría diagnosticar el origen de esas partículas para atajar el proceso en su inicio.
¿Qué enfermedades causa?
Las enfermedades asociadas a la contaminación en Asturias son las mismas que se asocian en el resto de Europa. En nuestro grupo, hemos medido que si existe un aumento de contaminación por NO2 y partículas se produce un aumento de las infecciones respiratorias en niños, sibilancias, bajo peso al nacer o desarrollo psicomotor en el niño.
Los niños, los más perjudicados
El embarazo y la etapa de 0 a 18 meses en el niño son las épocas más susceptibles a la contaminación, ya que es cuando se produce el desarrollo del aparato respiratorio en el niño. Es la ventana de mayor riesgo: si el desarrollo pulmonar no es el esperado, va a repercutir en la futura salud respiratoria. Según nuestros estudios, el riesgo de bajo peso al nacer asociado a la contaminación por NO2 se multiplica por dos si la embarazada además es fumadora. Esto nos hace pensar que la interacción entre contaminantes está presente y hay que vigilarla a nivel global. La regulación de la contaminación en Asturias es la que obliga la UE. Lo que habría que realizar es vigilancia epidemiológica y asociarla a las enfermedades y problemas de salud, para de esta forma informar a la población.
Exigencia, calefacción, autobuses...
Los emisores de contaminación tienen que cumplir los niveles de emisión permitidos, sin superarlos en ningún momento. En concreto, la industria debe aumentar su inversión en I+D+i para mejorar el proceso productivo y hacerlo menos contaminante. Los ayuntamientos deben plantear a medio y largo plazo la sustitución de los autobuses de transporte colectivo, evitando el diésel y sustituyéndolos por energía eléctrica. Las administraciones públicas han de ser ejemplares en la generación, en los edificios, de energía limpia mediante la producción de calefacción por paneles solares, por ejemplo.
...y descargas en espacios cerrados
Hay que prestar especial atención a la descarga de minerales y metales en los puertos de Avilés y Gijón. Actualmente la descarga y transporte se hace a cielo abierto, lo cual es inaceptable. Por ejemplo, en el Musel, el año pasado se descargaron 20 millones de toneladas de hierro y carbón a cielo abierto, con la emisión de nubes de polvo que son muy peligrosas para la salud. La forma de prevenir estas nubes es que toda la descarga se haga en naves y cintas cerradas. Cualquier otra forma de descarga en montañas de mineral al aire libre es inaceptable en este siglo.
