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El cuebrón del señor de la droga, la reina del Sur y la estrella del cine

La obsesión de "El Chapo" por la actriz Kate del Castillo, que quería producir una película sobre él, y la entrevista secreta con Sean Penn alimentan una historia digna de un guión de Hollywood

El cuebrón del señor de la droga, la reina del Sur y la estrella del cine

De qué va la historia: el narcotraficante más poderoso del mundo, tras fugarse de la cárcel donde está encerrado, vuelve a caer en manos de la policía al promover un encuentro con una estrella de Hollywood que quiere entrevistarle para una revista y una hermosa actriz con la que el criminal está obsesionado desde hace años, y a la que ofreció sacar adelante una película sobre su vida. En esa cita secreta, el malvado narco es atrapado. Fin de la sinopsis... de momento.

No es el argumento de una película disparatada ni de un culebrón enloquecido. Son los hechos reales sobre los que se sostiene la rocambolesca historia del narco mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán -capaz de protegerse sin escrúpulos con el cuerpo de una niña en sus fugas-, la actriz Kate del Castillo (protagonista de la adaptación para televisión de novela "La reina del Sur", de Arturo Pérez Reverte, en la que encarnaba a una narcotraficante) y el actor norteamericano Sean Penn, sobre el que está cayendo una granizada tal de descalificaciones ("chivato" para unos, inconsciente portavoz de un ser indefendible para otros) que se ha visto obligado a reconocer que se arrepiente de su papel de periodista amateur en los hechos.

Para echar más chile a este guiso de sabores extremos hay más puntos de esta crónica que se engarzan con el mundo de la ficción. Cualquiera que haya leído la excelente novela "El cártel", de Don Winslow, publicada el año pasado, se habrá quedado de piedra al comprobar cómo la vida imita al arte una vez más. En el novelón de Winslow, continuación de su también admirable "El poder del perro", el narcotraficante (Adán Barrera) que la protagoniza (junto a un agente norteamericano que le persigue a muerte) también se escapa de una prisión de máxima seguridad y también queda prendado de una belleza femenina (Magda Beltrán, que fue Miss Culiacán), aunque en este caso sí mantienen una relación sentimental consistente. Y uno de los personajes del bando sanguinario, Eddie Ruiz, está empeñado en hacer una película sobre sí mismo: "Narco Polo, la historia real de un señor de la droga".

En la vida real, El Chapo, a sus 58 años, no es tan atractivo como el personaje de Winslow y tiene peor gusto con las camisas. Pero comparten su fascinación por las mujeres bellas. Eran su debilidad. Y le acabaron haciendo vulnerable. Se le conocen siete parejas con las que tuvo 18 hijos. Un vigor sexual que la fuga debió dejar tocado pues el viernes se supo que Guzmán se operó el aparato genital para reforzar sus armas sexuales antes de su anhelado encuentro con Kate del Castillo. Un funcionario del gobierno mexicano no identificado, por la cuenta que le trae, dijo que la intervención quirúrgica se hizo en un hospital del estado de Baja California, al noroeste de México. ¿En qué consistió? Le colocaron un implante para "aumentar la circulación sanguínea de la zona y con ello mejorar el desempeño sexual del líder del Cartel de Sinaloa". Vamos, que El Chapo tenía muchas esperanzas de que en la cita con Kate pudiera asaltar el castillo.

Frases para la historia: "Te quiero y te admiro". "Te cuidaré más que a mis ojos". "No tengo con qué pagarte lo que estás haciendo por mí y por mis hijos". Así se expresaba un entregado Guzmán (nombre en clave "1") en sus mensajes por teléfono móvil a la actriz, a la que considera su "amiga" (nombre en clave, "Ermoza"). Todo había empezado, para ser justos, por iniciativa de Kate, de 43 años. En 2012 le escribió una carta pública en la red social Twitter pidiéndole que pusiera su inmenso poder al servicio del bien. O sea, que fuera un héroe y no un villano. A él le impactó tanto la misiva que respondió con un ramo de flores. A partir de ahí nació una relación telefónica secreta con un móvil cortesía de él intercambiando mensajes cariñosos. A partir de su fuga, el 11 de julio pasado, se incrementaron los contactos hasta que el encuentro con Penn acabó saliendo adelante hace tres meses.

"Me mueve demasiado que me digas que me cuidas. Jamás nadie me ha cuidado. ¡Gracias! ¡Y tengo libre el siguiente fin de semana". Palabra de Kate. Lo que no sabía la pareja es que los servicios de inteligencia estaban al tanto de ese cruce de mensajes y que el encuentro a tres bandas del dos de octubre estaba marcado en rojo en los calendarios policiales: por fin sabían dónde buscar al capo. Y ese coqueteo fue su perdición porque desencadenó la Operación Cisne Negro en una casa de Los Mochis (Sinaloa) seis meses después de que El Chapo protagonizara su segunda fuga de la prisión. No fue apresar y cantar porque el astuto Guzmán, el señor de los túneles, logró escapar por uno secreto que conectaba al drenaje. Le duró poco la alegría y horas después fue capturado en una carretera gracias a una mujer que denunció el robo de su vehículo.

Ser el prófugo más buscado del mundo y animarse a chatear con una conocida actriz habla bien a las claras de la desmesurada obsesión que Guzmán sentía por Del Castillo, que no dudó en hacer de intermediaria del encuentro entre el actor y el criminal. La mañana del 26 de septiembre, el abogado de Guzmán se puso en contacto con la actriz para contarle que cuando se vieran tomarían tequila y bailarían. Luego, ella le dijo de viva voz a su devoto admirador: "Llevaré mi tequila para compartirlo contigo, porque es un sueño que ya me tocaba cumplir. Y gracias a ti. Nos veremos pronto, amigo. Bendiciones". Y no un tequila cualquiera sino uno de su propia marca, "Honor del Castillo", inspirado en el personaje que interpretó en la telenovela "La Reina del Sur", y que adoraba esa bebida. Antes del encuentro, El Chapo le confesó que era un gran bebedor "pero tomaré del tequila que traerás y champaña". La botella de tequila "Honor del Castillo" cuesta 42 dólares pero no empezará a ser comercializada hasta marzo de este año. El Chapo no podía imaginar el mal trago que le esperaba horas después, tras el último baile con la Reina Del Castillo.

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