La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

¿Por qué el año tiene 12 meses?

Otra vez el número 12; número bueno, superior al 10, prolíficamente divisible. Pero no son las razones matemáticas las que explican ahora su aparición, sino las astronómicas. La construcción de calendarios está condicionada por los dos ciclos astrales: el solar (tiempo que tarda el Sol en repetir su posición en el cielo) y el lunar (tiempo que tarda la Luna en repetir su aspecto vista desde la Tierra). El ciclo solar (año) no deja de ser el tiempo que nuestro planeta invierte en dar una vuelta completa alrededor del Sol. El ciclo lunar (mes) es el tiempo que tarda la Luna en describir una órbita alrededor de la Tierra. Los astrónomos del Antiguo Egipto ya comprendieron que el ciclo solar contenía 12 ciclos lunares, lo que hacía evidente la división del año en 12 meses.

El día se divide duodecimalmente en horas; las horas y minutos se fraccionan sexagesimalmente en minutos y segundos, respectivamente; los segundos se descomponen decimalmente en décimas, centésimas, milésimas? Si no fuera porque estamos acostumbrados a estas particiones, bien podríamos pensar que son obra de un loco que no pretende sino confundir y quebrarnos la razón. Pero el sistema sexagesimal, heredado de la cultura sumeria, es una bendición para los matemáticos, ya que 60 es el número más pequeño que puede ser dividido entre 2, 3, 4, 5 y 6. Es un aliado computacional mucho más poderoso y eficaz que 100, y de más largo alcance y versatilidad que 12, 24, 30 o 40. Lo realmente curioso no es que aparezca; más bien que lo haga tan pocas veces y en tan limitados contextos.

Compartir el artículo

stats