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Escasea la sardina, fallan el pulpo y el chipirón y hay alarma por el oricio

Ciertas especies faltan desde hace unos años a su cita con los mostradores de las pescaderías o, al menos, sólo se dejan ver de Pascuas a Ramos. Se trata de un fenómeno cuyo primer exponente fue el bocarte (una pesquería felizmente recuperada una década después) y que desde entonces ha afectado, según el año, al pulpo, el chipirón, el besugo y el rape, entre otros pescados de gran consumo. En los últimos meses la preocupación de pescadores y pescaderos está centrada en la sardina y el oricio; escasísima la primera y prácticamente inexistentes los segundos, al menos en la costa asturiana. Los pescadores saben de la pobreza de las capturas de esas especies, pero ignoran las razones de esa escasez. En el caso de la sardina se han realizado estudios científicos, pero tan preliminares que sus conclusiones sólo valen para confirmar el desplome de las capturas.

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