El crecimiento del sector de la acuicultura (cría de peces en recintos confinados) no se ha detenido por la crisis, al contrario. Según aseguran los pescaderos consultados, el llamado "pescado de granja" constituye hoy en día el gran fondo de armario de las pescaderías asturianas y sirve de colchón de seguridad cuando las especies salvajes fallan en la rula, bien porque haya mal tiempo para ir a pescar, porque están vedadas o porque las capturas son escasas. Las grandes estrellas de la acuicultura son la lubina, la dorada, el salmón y la trucha. De éstas, Asturias sólo es autosuficiente de trucha: el resto se compra a empresas productoras de Cantabria y Galicia, excepto el salmón, que procede de Escocia o los países escandinavos.
