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Un humilde tallista reflejó cómo era el santuario antes del incendio

Algunas obras expuestas en el Museo de Covadonga reflejan cómo era el santuario antes del incendio de 1777. Una de las más singulares es una talla datada entre 1774 y 1777. Según los investigadores del grupo Ceán Bermúdez, es la única muestra en bulto conservada que representa la imagen que se veneraba en el altar de la Real Congregación de Asturianos de San Hermenegildo, en Madrid. La pieza, obra de "un tallista de condición humilde y escasos recursos técnicos", incluye la imagen de la Santina, la colegiata, la hospedería, el mesón, las escaleras de acceso al templo de la cueva, el nacimiento del río, la casa de los músicos y el "milagro" de Covadonga, el templo que parecía estar suspendido en el aire y cuya construcción la leyenda atribuía a los ángeles. Algunos detalles se han perdido, como el trono a los pies de la Virgen, con don Pelayo y Favila (o quizás el escudo real, según Francisco Crabiffosse). La escultura reproduce un diseño realizado en 1742 o 1743 por el pintor ovetense Francisco Martínez Bustamante y es un depósito de la parroquia de Santa María de Sábada, de Lastres.

Los autores del libro sobre la historia y el patrimonio artístico de Covadonga (Javier Barón Thaidigsmann, jefe del área de conservación de pintura del siglo XIX del Museo Nacional del Prado; Alfonso Palacio Álvarez, director del Museo de Bellas Artes de Asturias, y los profesores de la Universidad de Oviedo Javier González Santos, Yayoi Kawamura y Vidal de la Madrid) destacan la reciente recuperación de varios libros, uno de los cuales incluye el grabado "Verdadero retrato de Nuestra Señora de Covadonga", de 1744, la imagen más antigua que se conoce del santuario.

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