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Facebook se chiva muchas cosas de ti

Numerosos estudios sostienen que mucha exposición íntima implica soledad, que el insomnio dispara consultas y que subir fotos sin parar o desbordar dicha delatan una precaria sociabilidad

Facebook se chiva muchas cosas de ti

No hay semana en la que no aparezca algún estudio sobre las repercusiones que Facebook tiene en nuestra vida diaria y lo mucho que se puede saber de una psicología sólo por sus hábitos ante la pantalla. Empecemos por el último: la Universidad Católica Juan Pablo II de Lublin (Polonia) ha concluido, tras encuestar a casi 900 universitarios, que a mayor publicación de datos personales en sus muros, mayor soledad hay en su vida real.

Más: en la Universidad de California, Irvine sostienen que cuanto peor tienes el sueño, más consultas haces. En consecuencia, el insomnio ajeno es un buen aliado de Mark Zuckerberg y los suyos. Según la Universidad de Ohio, los hombres que se hacen muchos selfies (no se especifica si poniendo morritos o con el signo de la victoria) son más propensos a ser psicópatas. Quienes tengan la tentación de bloquear a esos contactos que suben fotos de sí mismos cada hora deben contrarrestar esta inquietante (y sin duda excesiva) información con otros análisis que concluyen que el exceso de narcisismo puede ser ridículo pero no peligroso. Cinco expertos en psicología y filosofía de la Universidad de Waterloo (Canadá) han decidido que los usuarios que copian frases célebres supuestamente profundas son idiotas. Sobre todo, si van acompañadas de fotos de atardeceres y tal. Una psicóloga india, Mudra Mukesh, concluyó que el número correcto de "amigos" es 354. Según ella, cada nueva "amistad" sumada a esa cifra daña el estado de ánimo cuando te das un garbeo por sus actualizaciones.

Más estudios indican que quien se pasa todo el día asomado a los muros de sus pocos amigos es tímido y poco sociable. Y la Universidad de Birmingham, la Universidad de West of England y la Universidad de Edimburgo, nada menos, sugieren que quienes suben cantidades desorbitadas de fotografías, incluidas las desenfocadas, no tienen relaciones bien enfocadas en la vida real. Cada dos por tres surgen análisis sobre la presunta felicidad que desbordan algunos muros, tanta, tanta y tan habitual e intensa que es inevitable dudar de que sea así fuera de ese espacio irreal.

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