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Así será el futuro digital que ya llegó

El Mobile World Congress perfila un mundo donde el humano se relaciona a través de la realidad virtual, cubre su cuerpo con objetos conectados a la red y vive hambriento de un flujo de datos cada día mayor

Pulsera inteligente Urband. Controla los pasos, la frecuencia cardiaca o hace fotos con un gesto.

El Mobile World Congress (MWC), que se celebró esta semana en Barcelona, es el gran escaparate tecnológico donde el futuro se les aparece a los hombres y mujeres del presente. Muchas veces es un futuro que ya está aquí o que tardará muy pocas semana en llegar a las tiendas. Por debajo de la avalancha de productos nuevos que se lanzaron en el MWC, una serie de tendencias marcan hacia dónde va la tecnología que cada día más define nuestra vida. Éstas son algunas de estas ideas-fuerza que habrá que tener en cuenta para no desconectarse de la acelerada marcha del mundo.

Las cosas conectadas

En 2020 se estima que habrá 50.000 millones de equipos conectados a través de internet. El "internet de las cosas" es eso, la conexión digital de objetos cotidianos a través de la red. En el MWC hubo una avalancha de objetos de todo tipo para conectar. De entre todos, sobresale la conexión que ya está haciendo la industria del automóvil con las nuevas tecnologías. Nace el "auto-móvil". Seat presentó, por ejemplo, un prototipo conectado. Monitorea el comportamiento del conductor, alerta del estado del vehículo... A través de un algoritmo almacena patrones del conductor. El objetivo es que el coche pueda aconsejar a su dueño cómo conducir mejor para ahorrar combustible. Está conectado con el hogar: se puede poner la misma temperatura en casa que en el auto o controlar las cámaras de seguridad.

Fujitsu, en este ámbito, presentó unos sensores que vigilan los ojos del conductor y le avisa cuando aparta la vista de la carretera. Había también una aplicación para pasarle a un amigo las llaves a través del móvil. Llaves digitales, se entiende.

Las empresas automovilísticas están abriéndose a un nuevo futuro. A tal punto que el consejero delegado de Ford, Mark Fields, por ejemplo, planteó que el negocio del automóvil puede dejar de ser la venta de coches. Lo importante ya no es tener coche, sino moverse, aunque el vehículo no sea en propiedad. Por eso en Ford están explorando el llamado "carsharing": compartir coche, compartir medios de transporte. Lo que ya hace BlaBlacar. Ford está implicada, por ejemplo, con una startup llamada MyBoxMan. Es el "Uber" (taxis ciudadanos) de la mensajería. "Si vas a hacer un recorrido con tu coche, quizá puedas, de paso, llevar un paquete a alguien, y ganar así un pequeño dinero extra", dijo Fields.

Nuestra nueva forma de relacionarnos

La realidad virtual ya llegó, explotó. Fue la gran estrella de este congreso. La imagen del MWC: la entrada de Mark Zuckerberg, el patrón de Facebook, mientras todos seguían el evento enganchados a sus gafas de realidad virtual. Una distopía que recordaba el "despertar" de Neo en "Matrix", cuando descubría que la humanidad era criada en granjas y casi todos los hombres vivían conectados a una matriz digital.

Ya el primer día del congreso, Samsung presentó una cámara de vídeo para grabar en 360 grados. Así se hacen las imágenes para la realidad virtual. LG también presentó un producto similar. En la presentación del móvil S7, la estrella de Samsung, dio a los asistentes unas gafas Gear VR para probar la experiencia. La empresa surcoreana SK Telecom montó un espacio donde se simulaba la estancia en un submarino. Zuckerberg se refirió a esta tecnología como "el modo en que pronto compartiremos experiencias con nuestros seres queridos". Todo el mundo llevaba gafas de realidad virtual.

Los ultracuerpos

La tecnología se viste, se va integrando en el cuerpo. Mandan los "Wearables", dispositivos que se llevan encima. Nuestro cuerpos interactúan con estos dispositivos y te mantienen conectado permanentemente. Sony presentó el Xperia Ear, un asistente como el famoso Siri de Apple pero que se lleva en la oreja. El Xperia Ear es, en puridad, un "hearable". Es decir, se le escucha al oído, nos susurra información. Avisa al usuario de las citas, llamadas y distintas notificaciones que lleguen a su dispositivo móvil. Pero también obedece a nuestra voz. Estos auriculares serán capaces de responder a comandos verbales. Se les puede ordenar que hagan una llamada, una búsqueda en internet o dictar un mensaje para que lo envíe. Este tipo de gadgets se suman a los ya conocidos smartwatches, a pulseras que monitorizan nuestra salud o a zapatillas con GPS incorporado. Google, Apple, Samsung y Microsoft estiman que en el año 2020 venderán nuevos millones anuales de estos dispositivos.

Nuevas formas de pagar

La era digital requiere nuevas formas de pagar. MasterCard está innovando en ese sentido. Tiene un proyecto llamado Commerce for Every Device para permitir que cualquier dispositivo, no sólo smartphones o smartwaches, se convierta en potencial medio de pago. Vinculado a esto está la evolución de los sistemas de autentificación. En el futuro cambiaremos las contraseñas por la biométrica. Tu cara es su aval. Por ello, MasterCard presentó el llamado "Selfie Pay". El usuario confirma la compra y MasterCard envía una notificación al móvil para que el comprador confirme su identidad con un selfie.

Está previsto que este año se acelere el despliegue de los pagos a través del móvil. En este ámbito, Vodafone ha anunciado la integración de PayPal en su servicio digital Vodafone Wallet, lo que amplía las opciones disponibles para el usuario, que también puede pagar con tarjeta de crédito o débito de Visa o MasterCard. Con Vodafone Wallet también se puede pagar el transporte urbano.

El pago va estrechamente vinculado a la seguridad y también en el MWC se difundieron las bondades de Mobile Connect, un sistema de identificación digital único que permite, entre otras cosas, no tener que poner contraseñas en internet cuando hacemos una compra, operar por la banca on-line o incluso acceder a nuestro historial clínico.

El gran chorro digital, llega el 5G

Los aparatos móviles tienen cada día más capacidad de procesamiento, pero también necesitan una buena conectividad. Y ahí llegará el 5G. Quizá fue el gran debate del congreso. Llegará a Europa a partir de 2020 y obligará a cambiar la infraestructura necesaria del 3G y el 4G. El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg estuvo en el MWC y abrió la polémica en torno a la súper red. Dijo que esa carrera por el 5G era para dar conexión a "los ricos" mientras que más de la mitad de la población mundial, 4.000 millones, sigue sin tener acceso a internet.

El 5G va vinculado a la era del vídeo y de la alta definición. Esta nueva tecnología no sólo permite conectar muchos dispositivos a la vez (hasta cien equipos por metro cuadrado), sino que responde mucho más rápido a las órdenes remotas. Eso es clave para poder desarrollar la conducción automática de vehículos.

La red actual se ha quedado pequeña para la demanda prevista. Ninguna tarifa actual pasa de los 10GB al mes y una película en ultraalta definición necesita 80Gb de datos.

La muerte del SMS y la guerra a WhatsApp

Un grupo de operadoras y Google se han aliado para darle la gran batalla a aplicaciones como WhatsApp. Van a desarrollar un nuevo protocolo RCS que acabará con los vetustos SMS y que permitirá chats en grupo o enviar imágenes en alta definición y sin conexión a internet. Será un servicio abierto para dispositivos Android. Junto a Google están America Movil, Vodafone, Deutsche Telekom, Orange, Sprint, Telenor Group, TIM, VimpelCom, Bharti Airtel, Etisalat, Millicom y MTN.

Futuro flexible

Flexible y resistente, ésas son características del grafeno. Es el material del futuro y tuvo su hueco en el MWC. Se usará para fabricar pantallas que se doblarán, pero también baterías más duraderas o chips que se puedan introducir en el cerebro y envíen alertas de que, por ejemplo, el portador está sufriendo un ataque de epilepsia.

Y también hubo móviles

El Mobile World Congress también fue una feria de teléfonos móviles, por supuesto. Pero, en esencia, ninguna revolución. LG sorprendió con un terminal modular al que se le pueden acoplar diferentes accesorios. Samsung lució su Galaxy S7 y S7 Edge. La china Xiaomi, que se estrenó por primera vez en la cita, acaparó el protagonismo en la penúltima jornada con su Mi5, un gama alta capaz de competir con cualquier otro en potencia y diseño disponible por la mitad de precio. Fueron las grandes apuestas, pero en el mercado existe la incertidumbre sobre la gama alta, cuya venta se está estancando en detrimento de la gama media. Parece que estos "supermóviles" ya no llaman al comprador.

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