Después de años limando sus deportivas contra el asfalto, el avilesino Pedro Cuenca se atrevió con la montaña. Ese salto lo dio en 2010. Entonces en Asturias "había sólo cinco o seis carreras al año". Ahora, esta variante del "running" está "masificada", con pruebas todos los fines de semana y dorsales que vuelan en un abrir y cerrar de ojos. Ese "boom" se explica "por el paisaje y la camaradería". Además, "rompes con la monotonía que supone correr por la ciudad". En su opinión, la montaña tiene más de diversión que de competición, aunque él se prepara para llegar a la meta el primero. "Si quieres estar ahí, no hay más secreto que entrenar. Yo corro seis días a la semana durante hora u hora y media. Tengo 52 años, pero sigo dando mucha guerra", asegura. Para este avilesino, la polémica entre organizadores y conservacionistas "se está poniendo seria" y cree que el Principado debe buscar una solución.