Uno era excéntrico y tenía tratamiento de genio del pop (Prince), el otro, que no le iba a la zaga con sus excentricidades, era el rey del pop (Michael Jackson). Curiosamente, los dos estuvieron en Asturias. Jacko en Oviedo, en 1992, con Slash tocando la guitarra en "Black or White"; Prince, en Gijón, en 1993, con "New Power Generation" y su espectacular compañera y bailarina Mayte García. Ambos dejaron sello de su registro imponente en escena. Hubo cierta rivalidad creada desde los entornos exteriores, pero fue uno de esos debates más próximos a lo futbolístico que a lo musical. Nada que ver uno con el otro. Nada que envidiar uno al otro. Y, seguramente, un punto de genialidad similar entre ambos.
Jacko reinó en la industria del disco (incluso hubo momentos que la sacó de una de sus crisis con su ventas millonarias). Prince reinó en lo suyo, que era su despliegue instrumental y creativo; también vendió lo suyo (de hecho vendió cantidades industriales) y también tuvo un alto reconocimiento popular. Entre los dos se hace una larga lista de reproducción donde se pueden encontrar canciones que han quedado en el podio absoluto de la historia del pop. Nada más hermoso que "Purple Rain" o "Nothing Compares 2U", que Prince hizo casi enlazando las décadas de los ochenta y los noventa y que fue éxito también en la versión de Sinéad O'Connor. Pieza muy intensa que nació dedicada a una actriz ("Nada es comparable a ti", decía el texto). Hablando de versiones, también fue gloria absoluta "Kiss" en la voz de Tom Jones. Y es que cuando Tom Jones se pone de voz negroide en vez del Tigre de Gales parece una limusina de la Motown. No obstante, ambas canciones estaban estupendamente encajadas en la voz de Prince, especialmente ese magnífico falsete de "Kiss". El Príncipe de Minneapolis tenía también un fino repertorio bailongo y de muestra (cada cual tendrá la suya) "Sign o' the Time", que más que de bailar a lo clásico es como de mover los hombros hasta desencajarlos. Bueno, en fin, un largo etcétera de piezas de Prince.
Y con Jacko baste con tomar el "Thriller", que llegó a tener seis o siete singles. Baste con agarrarse al clip homónimo, baste con el paseo lunar de "Billy Jean", baste con oír otros discos suyos en solitario, baste con poner el oído en su etapa con sus hermanos en los "Jackson Five"?
Baste con meter una moneda en la gramola en busca de una canción de Prince o Jacko que siempre saldrá de la máquina alguna perla para sumar a una lista de reproducción, con funky del bueno, pop del bueno, soul del bueno y hasta rock de lo más elegante.
