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Jesús Fernández Duro, el pionero que llegó a la cumbre en globo

El nieto de Pedro Duro fue, en enero de 1906, la primera persona que logró sobrevolar los Pirineos

En el año 1905, la prensa francesa se hacía eco del singular reto planteado por el próspero industrial y mecenas galo Henri Deutsch de la Meurthe: instaurar un premio, la Copa de los Pirineos, para distinguir a la persona capaz de sobrevolar la Cordillera, "pasando por encima de sus más altas cumbres" y cubriendo la mayor distancia posible. En esa fecha el felguerino Jesús Fernández Duro, nieto del empresario siderúrgico Pedro Duro, ya era un reconocido aeronauta, pionero de la aviación nacional y uno de los impulsores de Real Aero Club de España, inspirado en el francés y encargado de formar a nuevos pilotos. En 1902 había realizado el mayor viaje automovilístico conocido hasta entonces, 10.000 kilómetros de ida y vuelta, sin mapas, entre Gijón y Moscú. También había protagonizado numerosas travesías en globo, aunque la más importante estaba por llegar.

Fernández Duro asumió el desafío lanzado por De la Meurthe y salió victorioso. Fue el primero que consiguió sobrevolar los Pirineos, en enero de 1906, y además lo hizo estableciendo una marca que ningún otro globo fue capaz de superar en los meses siguientes: una distancia recorrida de 704 kilómetros entre Pau, en Francia, y Guadix, en Granada. Superado el reto, Fernández Duro se embarcó en otro, ser el primero en hacer volar un aeroplano en Europa. Diseñó su propio aparato y comenzó a preparar el vuelo en Francia, en agosto de 1906. A los pocos días, con sólo 28 años, murió víctima de una fiebres tifoideas, despedido por la prensa europea como "la más prometedora figura de la aeronáutica continental".

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