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Cine y videojuegos, una relación peligrosa

Hollywood vuelve a invertir mucho dinero en títulos como "Warcraft" y "Assassin's Creed" tras una historia repleta de fiascos

Cine y videojuegos, una relación peligrosa

Hollywood intenta repetir con los videojuegos el mismo fenómeno taquillero que ha logrado con el mundo del comic. A veces, vías tan próximas en apariencia de la cultura del espectáculo tienen relaciones conflictivas porque no acaba de encontrarse la manera de que lleguen a un lugar común. La adaptación de Warcraft estrenada el viernes sueña con ser un puñetazo encima de la mesa si consigue atraer tanto a una parte importante de esos cien millones de jugadores que tiene el mítico juego como a espectadores ajenos a su encanto pero que disfrutan con ese tipo de historias épico fantásticas. Mucho menos ambiciosa y de origen más infantil y dirigido a los teléfonos móviles (mil millones de descargas), la exitosa conversión en película de Angry Birds es un buen síntoma: costó unos "modestos" 73 millones de dólares y ya tiene en el nido 229. Y a finales de año llegará otra ambiciosa superproducción basada en otro videojuego de gran éxito: Assassin's Creed.

Las espadas están, pues, en todo lo alto. Si la taquilla responde en los despachos de los productores crecerán las propuestas como setas. De momento, "Warcraft" se está llevando unos cuantos mazazos de la crítica en Estados Unidos, pero eso no es indicativo de nada: hay películas de superhéroes machacadas pero que llenaron las sacas de dólares. Con todo, le costará recuperar los 160 millones de dólares de presupuesto... más extras. Lo gracioso del asunto es que por abultadas que sean las recaudaciones, se quedan en calderilla comparadas con los ingresos que puede conseguir un videojuego de primera fila en una industria con ingresos globales de 107.000 millones previstos para este año. Un simple dato: Call of Duty: Blacks Ops II logró ¡500 millones de dólares! en un solo día, y Grand Theft Auto V se puso en 800 millones.

La historia de las relaciones peligrosas entre cine y videojuegos se parece a la que se vivió entre Hollywood y los comics antes de la llegada de batmanes, supermanes y spidermans con gurús como Christopher Nolan o Sam Raimi. La lista de fiascos es amplia: Super Mario Bros, Doom, Silent Hill, Final Fantasy, Hitman, Double dragon, Street Fighter, Mortal Kombat, Alone in the dark, Max Payne, Need for speed, Far Cry... Horrores en distinto grado que en algunos casos tiraban a la basura unas excelentes ideas originales llenas de propuestas suculentas.

La primera saga consistente nació con el terror y la acción de Resident Evil (cinco títulos de interés decreciente entre 2002 y 2012)al que se pondrá broche de plomo en 2017. A principios de siglo Lara Croft: Tomb Raider llamó la atención más por las acrobacias de una exultante Angelina Jolie que por su calidad. El papel de la acrobática Lara lo herederá la actriz sueca Alicia Vikander, que además es buena actriz. A Jake Gyllenhall no le fue bien en la acartonada Prince of Persia de 2010 pero insiste con un título de reciente aparición y acción desbocada: The Division. Pero la noticia más surrealista es que se prepara una trilogía sobre... ¡el Tetris! Habrá que verlo para creerlo. Si triunfa quizá podamos ver algún día Candy Crush con Michael Fassbender y Jennifer Lawrence encajando chuche, aunque el aficionado lo que desearía es ver a Spielberg rodando Uncharted y a James Cameron dirigiendo The last of us.

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