El "brelfie", que surge de combinar las palabras "breastfeed" (amamantar) con "selfie" (autofoto), es la última afición de las madres famosas en las redes sociales. Todas reciben miles de "me gusta". Sin embargo, la sociedad no juzga de igual manera a todas las madres que dan el pecho en público. Las mujeres anónimas incluso son reprendidas.

Eso fue lo que le pasó la semana pasada en Argentina a Constanza Santos, a quien una pareja de policías echó de una plaza por dar la teta a su bebé en ese espacio público en San Isidro (provincia de Buenos Aires). Desgraciadamente, éste no es un caso aislado. Helena Herrero, vicepresidenta de la asociación asturiana "Amamantar", promotora de la lactancia materna, reconoce que hay un "sesgo social evidente" hacia el hecho de alimentar a un bebé. "Obligar a una madre a ir a un baño para dar el pecho a su hijo significa mandarla a una zona sucia de la vida pública, es deleznable", argumenta Herrero, que ejemplifica su postura con dos polémicas ocurridas en Avilés en 2003 y 2008. En un caso, en un bar invitaron a una clienta a ir al baño para amamantar a su pequeño. El otro caso ocurrió en un centro comercial. Un vigilante de seguridad también le llamó la atención a una mujer.

Al igual que Helena Herrero, la pediatra ovetense Lucía Galán, autora del libro sobre la maternidad "Lo mejor de nuestras vidas", es una firme defensora de la lactancia materna. "Según la Organización Mundial de la Salud es el mejor alimento para nuestros hijos de forma exclusiva hasta los seis meses. No hay ninguna duda". Además, Galán hace referencia a la evidencia científica que demuestra un mejor desarrollo neurológico, digestivo e inmunológico del bebé. Y añade que "dar la teta ayuda a recuperar la figura de la madre una vez da a luz y mejora el vínculo afectivo que se llevan nuestros hijos de por vida".

En la misma línea, Venancio Martínez Suárez, presidente de la Sociedad Española de Pediatría, quiere aprovechar la moda de los "brelfies" para resaltar la importancia de dar el pecho a los bebés. "Es algo sano y natural. La lactancia materna previene millones de fallecimientos en la primera infancia. Es como una vacuna barata, segura, que se administra oralmente y que no necesita cadena de frío". Además, Martínez resalta que la legislación vigente en España permite a las madres dar el pecho en público donde quieran y cuando quieran. "Dar el pecho no es lo mismo que fumar, que cantar o que pegar voces. No debería molestar a nadie ni es una conducta con voluntad de hostilidad. Es bueno para madres y niños".

Por otra parte, Lucía Galán reivindica que las leches artificiales permiten que aquellos niños que se crían sin recibir leche materna se desarrollen sin ningún tipo de déficit. Por ello, la doctora se aleja de modas y posiciones viscerales. "Por encima de todo hay que respetar la decisión de la madre. Me he encontrado madres en estado de ansiedad por la cantidad de presión social que han recibido cuando han decidido abandonar la lactancia materna", concluye Galán.