Queda todo por hacer. Y lo poco que se hace avanza hacia un turismo de masa, que está convirtiendo al Sella en un "botellón" acuático. El río estrella del Oriente congrega en días soleados de verano más de 4.000 canoas. No hay límite y parece que todo vale. Pero los expertos avisan de que este crecimiento sin freno sólo conduce a un sitio: al fracaso. En la otra orilla, en la de la calma, están el resto de ríos del Principado. Fallan la promoción y las infraestructuras. Todos coinciden en decir que el Oriente siempre se vendió mejor que el Occidente. En ello ha tenido que ver el Gobierno regional, pero sobre todo los ayuntamientos. En este sentido, los empresarios locales piden promocionar la cuenca del Occidente como un todo y no de forma individual. Otra de las debilidades del sector es la política proteccionista, que imposibilita que muchos proyectos salgan a flote. Esta línea de trabajo tampoco consigue buenos resultados en la pesca, ya que todas las sociedades se quejan de que los peces escasean y en consecuencia las licencias bajan.
