Judía berlinesa, medio suiza, mujer de cultura deslumbrante, talento innegable y de extraordinaria belleza, Meret Oppenheim causó un auténtico revuelo cuando llegó a París en 1932, dispuesta a integrarse en el movimiento surrealista. Fue una artista conceptual, más cercana a las ideas artísticas posdadá de Duchamp o Picabia. Creó uno de los objetos icónicos del Surrealismo, "Objeto (El desayuno envuelto en pieles)", posó desnuda para Man Ray y tras lograr la gloria, con tan sólo 24 años se retiró a Berna y durante dieciocho años evitó cualquier exhibición pública de su obra.
