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Los pastos tienen un "gran potencial" para la ganadería ecológica

Asturias envasa cada vez más leche con la etiqueta "verde". El Consejo de la Producción Agraria Ecológica del Principado (Copae) cerrará el año con 24 explotaciones reconvertidas, el doble que en 2015, por su tirón económico. El precio del lácteo libre de compuestos químicos es superior al convencional y la demanda de productos saludables y cuidadosos con el medio ambiente no para de crecer. Los ganaderos asturianos se suben al carro de lo ecológico como salida a la crisis láctea. "Con el valor que tiene ahora el litro de leche pasamos hambre en el campo", asegura Senén Valentín Álvarez, inmerso en la reconversión de su cuadra gijonesa. Al igual que él, Ignacio Menéndez, de Llanera, dice que era "o pasarse a lo ecológico o morir". Las condiciones naturales del Principado allanan el camino.

El Copae afirma que los prados y pastizales de la comunidad suponen un "gran potencial" para el desarrollo de ganaderías ecológicas. Además, las explotaciones tienen muy fácil su transformación, ya que "muchas de las prácticas que exige la normativa ya se están realizando". Esos requisitos afectan, según el organismo regulador, al suelo, la alimentación, los cuidados veterinarios y el manejo de ganado. El periodo de conversión, que en el caso de las explotaciones de leche es de dos años, afecta tanto a los animales como a las tierras asociadas a su producción. El proceso comienza con la solicitud de incorporación en el Consejo de la Producción Agraria Ecológica y los ganaderos no pueden comercializar en "verde" hasta que no concluya su transformación. Normalmente se hace una conversión simultánea del terreno y del ganado, que implica, en otros aspectos, basar la alimentación de las vacas en forrajes. Al menos el 50% de su dieta tiene que estar formada por materia seca.

Otro de los requisitos del Copae es que los animales estén sueltos en el campo y tengan una superficie de ejercicio de al menos 4,5 metros cuadrados por cabeza de ganado. Además se exige que los pastos se abonen con estiércol, compost, restos de cosecha o abonos verdes, y está prohibido el uso de medicamentos veterinarios convencionales cuya finalidad sea estimular el crecimiento o la producción. Los animales o sus productos no podrán comercializarse como ecológicos cuando reciban más de dos tratamientos con medicamentos de uso convencional en un año.

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