Ignacio Junquera, ovetense, complementa sus entrenamientos en el frío asfalto con sus incursiones a la montaña. La naturaleza es lo suyo, pero su estancia en Madrid por razones laborales hace que durante el invierno, etapa en la que las carreras de montaña desaparecen del calendario deportivo, el "running" callejero vaya ganando peso. Entre sus próximos objetivos está la "San Silvestre" de Oviedo, una cita que nunca se pierde. "Ahora es el final de temporada y corres casi por inercia, por disfrutar, porque realmente no tienes un objetivo de competición en la cabeza", explica el ovetense unos días después de haber triunfado en la Behobia-San Sebastián. De cara a la última cita del año, ofrece una curiosa lectura: "En la 'San Silvestre' predomina el carácter festivo de la prueba, pero es verdad que cuando empiezas a correr y te ves rodeado de tanta gente, y con un apoyo tan intenso desde fuera, te vienes arriba y quieres hacerlo lo mejor posible".
