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"Es una tradición que no se puede perder"

A la moscona Noemí Alonso, de 10 años, le corre la tonada por las venas desde que hace dos años comenzó a aprender la técnica. Siempre le gustó cantar y por eso sus padres la enviaron a la escuela "Manolo Quirós" con Anabel Santiago. Ahora ensaya en Grado con Ismael Tomás a través de la asociación cultural La Veiga'l Cubia. También estudia tambor y pandereta. Quiere ser una figura de la tonada. "Lo que me gusta es que son canciones en asturiano, tienen otros ritmos distintos y la mayoría de las canciones son de amores o ganadería, que son las que más me gustan por los animales".

Canta como los ángeles, pero últimamente está muy orgullosa de su papel como panderetera: "La música es una parte importante de mi vida, se me pegan las canciones, no las puedo quitar de la cabeza y entonces me las aprendo, y por eso quise tocar, para acompañar la voz". Pronto formará parte de la Banda de Gaitas "Conceyu Grau" en la percusión. Participa en concursos y en festivales de la canción asturiana. Si puede no se pierde ni un concierto de sus referentes: María Latores, Lorena Corripio y Marisa Valle Roso, ni de sus profesores, Anabel Santiago e Ismael Tomás. "Los veo en algunas fiestas y me dicen que canto muy bien, así es que me animan a seguir", detalla. Se mueve en otros ritmos como el pop o las músicas latinoamericanas: "Y la electrónica, que me gusta por mi hermano Juanín", comenta. Malú, Shakira o Morat son artistas de su gusto. Por eso anima a los niños que les guste cantar a que prueben la tonada porque quien la canta "canta de todo". Compuso una tonada para la celebración de la tradición de la mascarada de invierno en la parroquia de San Juan de Villapañada: "Ya vuelven los guilandeiros", de la que está muy orgullosa.

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