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Los siete magníficos de los Picos de Europa

Los guías de montaña reivindican el oficio que heredaron de mitos como "el Cainejo", los hermanos Martínez o José María Remis

Los siete magníficos de los Picos de Europa

"Ser guía de montaña es hacer realidad los sueños de la gente". Lo dijo el guía suizo ya fallecido Erhard Loretan y lo suscribe el ovetense Fernando Calvo. Porque lo ha vivido: él y su colega Martín Moriyón guiaron hasta la cumbre de la Peña Santa de Enol, por la mítica vía "Corredor del Marqués", a un hombre que sabía de su muerte inminente, un enfermo terminal entre cuyos últimos deseos estaba vivir esa aventura. Calvo aún recuerda emocionado aquella ascensión.

Fernando Calvo y Martín Moriyón son dos de los siete guías de montaña entregados en cuerpo y alma durante todo el año en los Picos de Europa, "full time", a una profesión vocacional, dura y exigente, que requiere amor a la naturaleza, pasión por las alturas y una alta preparación física y técnica. Erik Pérez, Juan Carlos Chamoso y Bernabé Aguirre son los tres veteranos, la primera generación de guías de montaña profesionales, los que abrieron el camino a quienes vinieron detrás, entre los que destacan Cipriano López y Fernando Calvo, a los que se han unido en los últimos años jóvenes como el ya citado Martín Moriyón y Joaquín Álvarez. Ellos son los que muy bien podrían ser calificados como los "siete magníficos" de los Picos, a los que podría unirse el cántabro Fernando Zamora. La relación entre todos ellos es excelente, solidaria, de amistad y compañerismo.

Según relata Erik Pérez, los primeros escaladores que visitaron los Picos de Europa, a finales del siglo XIX, acudieron acompañados por guías franceses. En éstos se fijaron los pastores de Caín, Cangas de Onís, Potes y Valdeón, que luego serían los primeros guías de los Picos de Europa, como Gregorio Pérez, "el Cainejo"; los Martínez de Camarmeña, o los Remis del Cornión.

En el guiaje en montaña actual hay varias especialidades o títulos. La de "alta montaña" permite guiar en lo que se conoce como "las cuatro disciplinas" : escalada en roca , escalada en hielo, esquí de montaña y alpinismo (este último es el compendio de las tres anteriores aplicadas juntas). Es una titulación difícil de conseguir. En España hay unos 1.400 guías, pero sólo 280 son de alta montaña. El examen de ingreso es muy duro: el año pasado se presentaron setenta personas y sólo lo pasaron tres; uno de ellos, Joaquín Álvarez.

Hablar de guiaje de alta montaña es hablar del Picu Urriellu. Es "el enganche", como dice Calvo, y "una bendición que tenemos los guías de los Picos", en palabras de Chamoso. ¿Qué tiene de especial el Urriellu? "Todo, ese monolito enorme es único, el símbolo del montañismo en España. Es el tótem que nos da trabajo", resalta Chamoso. El 90 por ciento de los clientes de los guías de montaña de los Picos de Europa quieren subir al Urriellu. Allí es donde se desarrolló la profesión. "Es la montaña de España por excelencia; en todos los Alpes no hay otra semejante", indica Álvarez. Erik Pérez destaca que el Urriellu es la única montaña de España, y una de las pocas de Europa, que "exige cuerdas"; esto es, que sólo puede ser conquistada escalando. Y eso genera atracción.

Los Picos de Europa están empezando a ser descubiertos por los escaladores extranjeros. Joaquín Álvarez relata que una clienta suya, suiza y habitual de los Alpes, se quedó impresionada al comprobar que tras una escalada en los Picos de Europa "podía estar en dos horas comiendo marisco en Llanes y a continuación irse a la playa". Eso es algo que "no se puede hacer en los Pirineos ni en los Alpes, y que no tiene precio", resalta Álvarez. Más: el presidente de una compañía de guías de montaña de California, en los Estados Unidos, comentaba recientemente que los asturianos no acaban de darse cuenta de la auténtica dimensión de los Picos de Europa: "Hay unas montañas majestuosas y aeropuertos a los que llegan aviones, pero no lo aprovecháis", le dijo el norteamericano a Álvarez.

Cada verano solicitan los servicios de guiaje de montaña en los Picos de Europa unas 500 personas. Todos los guías tienen clientes fijos. El cliente tipo es una persona de entre 35 y 60 años, de clase media alta, con cierta experiencia en la montaña y buena forma física. Hay muchos montañeros que quieren dar el "salto" a la escalada. Acuden muchas parejas, algunas con hijos. Y cada año vienen más extranjeros. Pero hay de todo: Moriyón ha guiado a una niña de 11 años hasta la cima del Urriellu y Aguirre acompañó en 2012 hasta esa misma cumbre a un hombre de 86 años, Agustín Faus, montañero y escritor de montaña.

La profesión está en auge porque cada vez más gente comprueba la ventaja de contratar los servicios de un profesional, que ofrece seguridad, da tranquilidad y permite "disfrutar plenamente" de la experiencia, "sabiendo que ante cualquier dificultad te va a sacar del atolladero", indica Aguirre. No obstante, "España está aún a años luz de Francia", destaca Moriyón. Pero todos son optimistas con vistas al futuro del oficio: hay aún "mucho potencial para crecer", coinciden todos los guías. Además, el esquí de travesía vive un crecimiento espectacular.

¿Intrusismo? "Algo hubo siempre, pero no importante", indica Cipriano López. Aunque el riesgo siempre existe en cualquier actividad deportiva y en la naturaleza, jamás ha habido un accidente grave en una ascensión guiada en los Picos de Europa, sólo se han registrado algún esguince y pequeños golpes, lo que demuestra la profesionalidad de los guías de montaña de los Picos, apunta Pérez.

El recién creado "anillo de los Picos de Europa" (un recorrido por los diferentes refugios de los tres macizos) está dando también trabajo a los guías. "Es duro y se está guiando bastante", indica Aguirre, quien señala a Erik Pérez como "el maestro" de los guías de los Picos. "Es una suerte tenerlo. Lleva la profesión en la sangre y da muchos y muy buenos consejos", añade el que fuera profesor de la Escuela de Montaña de la Guardia Civil en Jaca.

Pero, ¿cuánto cuesta contratar a un guía en los Picos? Depende de la ascensión: al Urriellu, para dos personas por la vía "Sur directa", 300 euros, IVA incluido. El mismo desembolso supone el guiaje a corredores sencillos (San Carlos, Escamelláu, Argaos o Norte clásica a Ubiña). Otras vías más complicadas al Picu y subir montañas o corredores avanzados cuestan entre 350 y 390 euros (como en los casos anteriores, para dos personas).

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