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Juánfer rescata la minería en Bimenes

El profesor jubilado Juan Fernando Rodríguez recopila todo el pasado minero del concejo yerbato en un libro fruto de un detalladísimo trabajo de investigación iniciado en 1985 con 25 alumnos de Martimporra

Componentes de la plantilla de maquinistas del Ferrocarril General de la empresa Duro Felguera, en los talleres de Santa Ana (El Entrego).

Lo que empezó en 1985 en las aulas del colegio de Martimporra culmina ahora con la publicación de un libro. "Mineros de Bimenes" es la promesa cumplida de un profesor, Juan Fernando Rodríguez Calleja, Juánfer, a sus 25 alumnos: "Siempre dije que cuando me jubilase, les devolvería el trabajo finalizado". Hombre de palabra: se retiró en octubre y presentará el sábado 1 de abril ,en el polideportivo del colegio, una publicación de 326 páginas y más de 400 fotografías. Será su última lección. Al acto asistirán 22 (por ahora confirmados) de los 25 estudiantes que hace 32 años hicieron encuestas a padres, tíos, abuelos y vecinos con la pretensión de reflejar el perfil humano del minero en Bimenes.

Fue ése el origen de un texto que a lo largo de los últimos diez años Juánfer fue engordando con entrevistas casa por casa, infinitas llamadas de teléfono y consultas casi semanales a archivos. Todo por una promesa, todo por "grabar la memoria yerbata en un libro", todo por "saber de dónde venimos", todo por "perpetuar la historia para que no se olvide".

Pero para llegar hasta aquí, a Juánfer Rodríguez, de 65 años y natural de El Entrego, le motivó su historia familiar: su padre, Juan Rodríguez, fue minero y sus dos abuelos, José Rodríguez y Fernando Calleja, también lo fueron. De hecho, sus rostros se cuelan entre miles de hombres que, con boinas, madreñas y candiles ilustran las páginas de "Mineros de Bimenes". La labor de identificar prácticamente uno a uno a todos esos mineros es encomiable. "Siempre me sonaba alguno de la foto e iba a verlo a su casa. Le preguntaba por los demás y así, poco a poco y consultando a más vecinos, íbamos sacando a la mayoría", comenta Rodríguez. Puede decirse que el que fuera director del colegio de Martimporra durante 26 años consiguió movilizar a un concejo entero. Como prueba, los cientos de fotografías aportadas por las familias, que serán expuestas en el centro escolar el día de la presentación. Las dos últimas imágenes, del funeral del minero Julio Arboleya, llegaron justo el día antes de llevar el libro a la imprenta. Y ahí están, en la página 206.

"La gente de Bimenes es muy solidaria", afirma el autor. Aunque dos de sus principales apoyos fueron la Asociación Folclórica y Cultural "Los Yerbatos" y el cartero Alfredo Loidi. Gracias a su colaboración, Juánfer pudo hacer su propio homenaje a los fallecidos del concejo con la identificación de 67 muertos. "Empezamos de broma y mira al final cuántos aparecieron". De todos hay fecha de nacimiento, lugar, estado civil y número de hijos. Datos todos ellos acompañados de fotografías de funerales. Porque si algo hubo en aquella época fueron tragedias mineras; la mayoría debidas a explosiones de grisú.

Pero volvamos a los inicios, a cuando esos 25 niños de séptimo y octavo de EGB, ahora convertidos en hombres y mujeres de cuarenta y tantos años, empezaron con las encuestas a mineros. Juánfer Rodríguez quería desmontar su mala fama en la narrativa de finales del siglo XIX y principios del XX, cuando Clarín, Palacio Valdés o Pérez de Ayala utilizaban adjetivos del tipo "agresivos, pendencieros, alborotadores, díscolos, derrochadores, blasfemos"... Vamos, "los llamaban de todo menos bonitos", resume Rodríguez. Sus alumnos iniciaron entonces una investigación en el curso 1984-1985 con entrevistas de 23 preguntas sobre la edad, las motivaciones para entrar en la mina, las condiciones de trabajo... La primera, la que sirvió como modelo a los niños, la hizo el propio profesor a Alfredo Antuña Montes, de El Entrego. "Decidimos agrupar las encuestas en tres grupos: los nacidos antes de 1920, los nacidos entre 1920 y 1940 y, después de 1940". Con ellas, los estudiantes recibieron un premio de la Consejería de Trabajo y la recompensa fue pasar cinco días de vacaciones en Benidorm, tal y como cuenta un artículo publicado en LA NUEVA ESPAÑA de fecha 1 de junio de 1986.

Años después Juánfer Rodríguez retomó el trabajo, pasando primero a máquina las entrevistas escritas en papel y después ampliándolas hasta llegar a las 28, que son las que finalmente conforman el libro. De ellas, el maestro de Bimenes destaca el desconocimiento que existía, sobre todo entre los nacidos antes de 1920, de las enfermedades de la mina. La mayoría, de hecho, ahogaba el dolor en el alcohol. La dureza de aquellos años se aprecia a simple vista: niños que parecen hombres, hombres que parecen viejos, "sin cascos y sin botas". "Trabajan en madreñas y tenían que caminar más de dos horas a la ida y otras tantas a la vuelta a diario. Siempre me gustaron las fotografías de mineros porque es el vivo reflejo de aquella época. Yo la recuerda así: en blanco y negro", asegura Rodríguez.

"Mineros de Bimenes" consta de siete capítulos principales: además de los mencionados, el resto trata sobre la historia de la minería, las perspectivas del sector y el tributo vital a la mina. En la presentación del libro el 1 de abril intervendrán el lingüista Salvador Gutiérrez -autor del prólogo-, el cronista oficial de Bimenes, Luis Miguel Montes, y el exdirector de LA NUEVA ESPAÑA Melchor Fernández. Recién publicado su libro, editado por Asociación Folklórica y Cultural "Los Yerbatos", Juánfer Rodríguez ya piensa en su próximo trabajo. Será sobre los arrieros.

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