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Asturias, escenario natural

El Principado busca consolidarse como espacio preferente para atraer rodajes para cine y televisión, una actividad con impacto económico y de imagen

El casting en la Laboral para "La zona"

En el occidente astur, en tierras de los Oscos y el Alto Navia, un cazador solitario recorrió varios pueblos a finales del mes de marzo. En cada localidad, el cazador era recibido con los brazos abiertos y los móviles cargados, con los vecinos deseando compartir un mínimo instante con él. No era para menos, pues el cazador no era otro que Mario Casas, astro mayor del cine nacional, que trabajaba en su próxima película: "Bajo la piel de lobo", escrita y dirigida por Samu Fuentes.

Apenas dos días después de que terminase, en Santa Eulalia de Oscos, el rodaje de ese filme, más de 1.500 personas tomaron La Laboral, para participar en el casting de "La zona", serie centrada en una catástrofe nuclear, con Emma Suárez y Eduard Fernández al frente del reparto, que se va a rodar, en gran medida, en tierras asturianas.

Estos dos hechos, en apariencia aislados, podrían no obstante señalar los primeros esbozos de la consolidación de Asturias como escenario preferente de producciones de cierto calado. Un tren al que la región trató de subirse con anterioridad, sin obtener los resultados esperados.

El primer intento se produjo en 2009, a rebufo de un florecimiento de rodajes en Asturias: entre 2007 y 2012, se filmaron en la provincia una docena de producciones entre películas y series de televisión, incluyendo hitos como "Vicky Cristina Barcelona" (2008), de Woody Allen, y la serie "Doctor Mateo" (2009-2011). De aquel momento de esplendor surgieron dos Film Commissions paralelas, una pública y otra privada, que por unas razones o por otras no lograron consolidar la posición de Asturias como escenario para producciones televisivas y cinematográficas.

El proyecto de dotar al Principado de una Film Commission que pueda consolidar el "Paraíso Natural" en un escenario preferente para acoger rodajes reverdeció hace un año, conectado con la iniciativa de Laboral Cineteca. En estos primeros meses de singladura, la renovada Film Commission ha cerrado acuerdos con tres producciones, dos películas cuyo rodaje ya ha terminado ("El secreto de Marrowbone" y la citada "Bajo la piel de lobo"), y la serie de televisión "La zona", que se rodará en gran parte, durante siete semanas, en múltiples localidades de la región.

Este saldo positivo tendrá continuidad inmediata: a finales de mes, Luis Trapiello comenzará el rodaje de "Enterrados", su primer largometraje, que se rodará en Samuño y el Pozo Sotón y estará protagonizado por el actor argentino Joaquín Furriel. Una producción para la que el cineasta ha encontrado dos aliados excepcionales, como son el Ayuntamiento de Langreo y Hunosa. "Son apoyos fundamentales, pero lo del Ayuntamiento es un lujo: nos dejan rodar quince días en el Ecomuseo Minero Valle de Samuño", destaca el cineasta. La participación de Hunosa no es casual: la hullera ya facilitó, en 2015, el rodaje de la película de terror "La mina" ("The Night Watchman"), una coproducción dirigida por el madrileño Miguel Ángel Jiménez y con intérpretes norteamericanos, que se rodó en los pozos Sotón y Montsacro, y que tuvo un impacto notable en la ocupación hotelera de toda la comarca del Caudal.

Para los rectores de la Film Commission, la incidencia de los rodajes en los lugares seleccionados es indudable. "Los rodajes de cine y de series tienen un impacto económico directo e inmediato en los lugares donde se ruedan. Pensemos en un rodaje de varias semanas en una o diferentes localidad que mueve un equipo de cien personas, por ejemplo. Pues bien, una sencilla multiplicación nos da un valor la repercusión económica en hostelería y restauración, aparte de los empleos directos e indirectos que generará temporalmente. Por poner un ejemplo que conozco bien porque es la primera película a la que hemos dado servicio desde la Film Commission del Principado de Asturias: Marrowbone, del asturiano Sergio G. Sánchez, según cifras proporcionadas por la productora, ha dejado en Asturias más de 350.000 euros en hostelería y restauración, y más de 500 puestos de trabajo temporales directos e indirectos", explica el Viceconsejero de Cultura, Vicente Domínguez, quien incide en que el impacto económico de estas películas es "muy superior a nuestro apoyo económico".

Domínguez incide en la importancia de ese organismo, la Film Commission "publica", como "instrumento fundamental para la atracción de rodajes para Asturias en tanto actúa como una ventanilla única para la coordinación entre las diferentes instancias y organismos de la administración que suelen estar implicados en un rodaje cinematográfico y los equipos de producción". La experiencia de estos primeros meses de actividad, continúa Domínguez, ha puesto de relieve que la agilidad y la eficiencia a la hora de realizar los trámites supone "un valor intangible pero cuantificable económicamente para las productoras". Dicho de otro modo: en producciones que mueven presupuestos elevados, muy a menudo superiores al millón de euros, y con un equipo que puede oscilar entre los 50 y los 150 profesionales, el tiempo es dinero, y cualquier retraso se paga a precio de oro. Por ello, la agilidad en los trámites es un activo que una región pequeña, como Asturias, puede hacer valer y que puede complementar a su gran atractivo: la riqueza natural.

"Aquí hay de todo, tienes mar, montaña? excepto selva, tienes de todo. Si se puede rodar bien, Asturias se puede poner de moda como lugar de rodaje", afirma Joseba Garmendia, productor ejecutivo de Orreaga Filmak, que junto con Nasa Producciones ha realizado "Bajo la piel de lobo", la película protagonizada por Mario Casas que se terminó de rodar, el pasado 31 de marzo, en el occidente de la región. Una producción en la que también ha colaborado la Film Commission, por lo que Garmendia puede hablar de esta iniciativa con conocimiento de causa: "Quizás están aún algo constreñidos y tengan que ganar agilidad, pero tienen voluntad y está claro que una Film Commission potente hace falta en Asturias".

En todo caso, Garmendia precisa que el hecho de que "Bajo la piel de lobo" se haya rodado en parte en la región no es achacable a la Film Commission, sino a la voluntad del noreñense Samu Fuentes, director y guionista del filme: "Samu peleó desde el comienzo para que fuera aquí en Asturias. Hubo una propuesta de otro coproductor andaluz para que esta parte de Asturias se hiciera en Andalucía, con una aportación económica de la Junta y con la televisión implicada. Pero al final Samu tiró mucho para su tierra, y la verdad es que estamos muy contentos, porque además el paisaje del occidente es espectacular".

El interés por llevar el rodaje a Andalucía no es casual, sino que revela una maquinaria bien engrasada. En esa Comunidad Autónoma tienen muy claros los beneficios que aporta una presencia continuada de rodajes, por lo que no dudan en dar un soporte administrativo y económico a cuantas productoras quieran trabajar en sus territorios. Una política que ha propiciado que, en los últimos veinte años, se hayan registrado más de 12.000 rodajes en esa Comunidad Autónoma, alcanzando su mejor cifra en 2015, cuando se filmaron, en su totalidad o en parte, un total de 1.210 producciones en tierras andaluzas. Una actividad que dejó cerca de 98 millones de euros en la región, y que dio trabajo a casi 17.000 personas, más del 70% procedente de la propia Andalucía.

Esa vertiente del empleo, y sobre todo la referente a los trabajos cualificados, es una de las cuestiones que la Film Commission debe afrontar de manera urgente y decidida, para conectar su labor de atracción de rodajes con el tejido profesional que ya existe en la región. "La apuesta de Laboral y de la Viceconsejería de Cultura de apostar por el cine y favorecer la traída de proyectos la vemos muy bien y parece que está teniendo frutos, pero nos gustaría que en estos procesos, que inciden directamente en nuestro sector, tengamos voz", afirma Marga Llano, presidenta de la Asociación Clúster Industria Creativa, Cultural y Audiovisual (ACICCA), que engloba más de cuarenta empresas y un millar de profesionales del sector.

"Queremos ser interlocutores y saber qué cosas van a suceder. Un proyecto como 'La Zona', que es muy ilusionante y que nos pone muy contentos el que se vaya a rodar aquí, nos gustaría haberlo conocido antes de que se cerrase todo. Porque este tipo de iniciativas no sólo tienen que repercutir en la hostelería, sino que se tiene que notar en nuestro sector, que es con el que más tienen que ver estos proyectos", añade Llano, que revela que, si bien el Clúster ha mantenido algún contacto con los rectores de Laboral, aún no se ha clarificado qué posición ocuparán en la Film Commission.

En todo caso, todas las partes coinciden en que Asturias cuenta con otro atractivo que puede ser clave para asentar su posición como escenario de rodajes: una hornada de cineastas jóvenes que se están abriendo camino en el mundo del cine. No es casual, que "El secreto de Marrowbone", escrita y dirigida por el ovetense Sergio G. Sánchez; "Bajo la piel de lobo", del noreñense Samu Fuentes; o "Enterrados", del mierense Luis Trapiello, se rueden en Asturias.

"Los cineastas están muchas veces condicionados por la financiación. Pero si tenemos la suerte de tener estos directores, que tienen ese amor por la tierra y confían en lo que se hace aquí, tenemos que aprovecharlo", afirma Marga Llano. "Fuentes y Sánchez decidieron filmar aquí tanto por orgullo de Asturias como por la necesidad de contar relatos vinculados con su historia o en su entorno. El auge actual de cineastas asturianos es una oportunidad para nuestra región", concluye Domínguez.

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