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JOSÉ ÁLVAREZ, "POLA" | Exsindicalista, deportista rural y presentador de televisión

"No era mal estudiante, pero suspendí la reválida por la Religión, perdí la beca y empecé a trabayar"

"Fui muy activo en la huelga de la construcción y el dueño de la empresa me dijo: 'Si yo cierro no tienes trabayu en ningún lao; si puedes, vete pa la mina'"

José Álvarez, "Pola", en la quintana de su programa de televisión. Fernando Rodríguez

-Nací en 1951 en León porque el paisano trabayaba en una mina por Cistierna y mi madre era de allí. A los meses ya estábamos en Riosa, donde me crié y de donde era el paisano. En La Ará.

- ¿Cómo era su padre?

-Agustín del Colléu, fíu de Milio, un paisano como eren todos antes, de los que metíen miéu. Era grande y lo más impresionante era al volver de la mina, porque entonces duchábense en casa. Trabayaba en mines de monte. Llegaba e ibes a la chaqueta a coger un cachucu de bocadillo mancháu con un poco chorizu. Tenía buen carácter, era recto, de izquierda. Se retiró de la mina porque éramos muchos guajes y no podía aguantar tantes huelgues. Veníen los guardias civiles a casa: "Guaje, ¿ónde ta to pá?".

- ¿Cuántos eran en casa?

-Seis, todos seguidos. Mi madre había tenido otru fíu que vivía con la güela en León. Mi güela no hablaba del marido porque es un desaparecido y no se sabe dónde está. Mi güela paterna murió en el parto del último fíu. Yo era el primeru de los fíos del paisanu. Detrás, Azucena, y lo demás, paisanos.

- ¿Cómo era su madre?

-Inés, una trabajadora nata. Tenía mucha paciencia, una gran mujer cariñosa.

- Primeros recuerdos.

-Empecé de preescolar con la muyer del maestro, en la cocina de la escuela, llevando el bancucu de casa. Les escueles taben en "les colomines", como una casa sin tabiques. Te mandaben llevar la taza de casa pa la leche en polvo y en vez de revolver el agua caliente metíamoslo en la boca y apegábase al paladar. Entré en la escuela con la Enciclopedia Álvarez y marché por una paliza que me pegó el maestro, un quirosán cabrón. Tendría 8 años y dije que no volvía o que pasaba pa los grandes, porque el maestro de los grandes no pegaba. Llevábamos la vara d'ablanu con que nos pegaben. Untábamosla con ajo creyendo que así rompía al tocate.

- ¿Logró cambiar de maestro?

-Sí. Mi padre fue a ver al maestro y el de los mayores me hizo un examen, que pasé, y fui con él. Era buen paisano y aprendíase.

- ¿Qué rapaz era?

-Revoltosu. Aprendí a leer pronto. En casa había dos pisos e igual éramos 15 guajes. En la derecha, vivía Eulogia, la viuda de un mineru muerto en accidente, y acuérdome de meter a sus guajes en nuestra casa. Recibía LA NUEVA ESPAÑA y yo la leía porque les cases eren comunes. Gerardo Olay, que vivía encima, recibía "Sábado Gráfico", "Blanco y Negro" y "España", de Tánger. Me gustaba leer, pero no discernía.

- ¿Cómo era la vida en La Ará?

-Muy social. Tábamos en la calle tul día. En casa había una gramola y mi padre pegábala a la ventana los domingos y ponía los discos de piedra de canción asturiana al alto la lleva. Escuchaban la Pirenaica. Sacaben un muelle como antena desde el bajo e iban estirándolu. El cuartelillo estaba en otra colomina.

- ¿Había tensión con la Guardia Civil?

-Veíense mal. Taban pa lo que taban. Entre ellos y el cura no te dejaban entrar en el cine.

- ¿Qué cine?

-El de La Ará, en la carretera general, que después fue una sala de fiestes muy conocida: el Hawai. Por atrás daba a una huerta y desde un ventanuco de ventilación veíamos les películes de mayores hasta que con les rises y el barullu veníen a quitanos.

- ¿Les hicieron ir a misa?

-Nunca. Soy anticlerical porque por narices tuve que hacer la primera comunión. Para el catecismo mandaben a los mayores a buscar a los guajes, que andábamos a grillos. Teníamos una hucha que había hecho el paisano, de madera, y nunca supimos cuánto había: la rompió para comprar la ropa de comunión. Eso me marcó pa tola vida.

- ¿Tenían algo de huerta?

-El paisano tenía tierra, la Juncar, un poco p'arriba, donde sembrábamos para casa, y teníamos un gochu en una chabola al lado del río, que matábamos para chorizu. Pa nosotros la matanza era un espectáculo.

- ¿Dónde siguió estudiando?

-A los 9 años fice el examen de ingreso en la Gesta. Me dieron un beca para primero de Bachiller en el Alfonso II. Vine interno al colegio menor en el Cristo, que se inauguraba daquella. Mucho "Cara al sol" canté y vaya hosties que llevé por mover los labios sin cantar. Siempre había alguno que chivaba.

- ¿Ya sabía algo de política?

-Habíamos vivido las huelgas del 62 y acuérdome de los paisanones de la gabardinona que nos decíen "de uno en uno", o "de dos en dos", a los chavales. Espabilabes. En casa oíes algo, poco, porque callaben.

- ¿Cómo recuerda el colegio?

-Íbamos a comer, dormir, estudiar y hacer deporte. Jugué a fútbol y balonmano, de portero. En el fútbol rompiéronme la nariz. Decíen que era bueno. No tengo mal recuerdo del colegio y conservo los amigos. Luego vino a vivir la familia a Oviedo y seguí de mediopensionista hasta cuarto de Bachiller.

- ¿Cómo le fue en el instituto?

-Tengo buen recuerdo de los años del Alfonso II. Era estricto. A partir de tercero, a los del colegio menor nos bajaron a Ventanielles, que era más barrio pero tenía buenos profesores también. No era mal estudiante. Suspendí la reválida. Por Religión.

- Y desapareció la beca.

-Empecé a trabayar. Intenté hacer quinto por libre, pero no me veía examinándome otra vez de Religión, y tenía que pagar el paisano y había poques perres. Y me picaba el niqui de otra manera.

- ¿Cuánto vivía con su familia?

-En 1962 mi padre retiróse por silicosis. Vivimos un par de años en Palomar, cuando estaban haciendo la térmica. Había muches cereces y vine a Oviedo en el Vasco con cestaes de elles. Según subíes les escaleres, taben esperando pa compráteles. El primer día vine con mio padre y el resto solo, porque ya sabía a quién vender.

- ¿Dónde fueron luego?

-A Piñera de Arriba, en Campomanes, mientras yo estaba interno. Siempre en caserías con ganado. Y luego vino a Oviedo, al Naranco, debajo de lo que hoy ye la Parrilla Buenos Aires y entonces era El Descanso del Vaquero. Taben cortando eucalipto alrededor y dejaben la ferramienta en casa. Un día necesitaron uno, yo era una guajón grande, y trabayé unos meses. Cobraba y me empezaban a gustar les moces. Andaba por el campo San Francisco y por guateques.

- ¿Y luego?

-Estuve en el restaurante Pelayo, donde fue el cachopo, con Pepón y Manolo, primero en la tremenda bodega, colocando, y luego en la barra. Estuve unos meses, porque era culo inquieto y ellos más amarraos que Dios. Después, la familia fue a la Pola, a Aveno, con mi padre de casero a medias. Tendría yo 17 años. Empecé a hacer vida en la Pola y a trabayar en la construcción hasta 1980.

- Lo llaman "Pola", pero llegó de mayor.

-Entonces llamábenme "Cristo" porque tenía mucha melena y barba. Eran los tiempos. El paisano decíame: "Aféitate, gochu". Yo era contestatario y llevaba la contraria.

- ¿Había ideología detrás?

-Sí, ya en Oviedo. Te lo da la vida: el trabajo, leer de todo. Leí "El capital" y "El manifiesto comunista" antes de que morriera Carrero Blanco. Tenía contactos con gente de partidos, pero no era militante.

- ¿Dónde trabajó en la construcción?

-Tuve mucha obra en Oviedo. Fui peón y encofrador. El sueldo base eran 5.000 pesetas, y sacaba más yendo a destajo. Trabajamos como cosacos. El sueldo iba para casa, donde sólo trabajaba yo. El destajo era pa mí.

- Hizo la mili con 21 años.

-El campamento en El Ferral y después en la granja militar cuidando gochos, sin uniforme ni armas, detrás de la estación de Renfe de León. Resultó ser un chollo.

- ¿Qué aprendió en la mili?

-Nada, pero sembrábamos garbanzos. Desde niño sabía sacar cucho. Fice mi primer huertu cuando vivíamos en el Naranco. Los críos quitamos les cotoyes y plantamos lechugues. Cuando el paisano vio que aquello funcionaba, arónoslo pa ahorranos el palote y quitónos la ilusión.

- ¿Ya tenía moza?

-Sí, la conocí en las fiestas de Sariego, de donde es ella, aunque vivía en Gijón. Yo tenía 20 años y no mucho corrido, porque me dedicaba más a trabayar. Marta tenía 15 años.

- Volvió de la mili y...

-La moza vivía en Gijón y fui a vivir al Llano. Nos casamos en abril de 1975, cuando ella tenía 18. Casámonos en Juzgao, pero no nos daben el Libru Familia. Hicimos un paripé con el cura del Llano, buen paisano, profesor de autoescuela, que dejó los hábitos. El cura de Aveno tenía que danos no sé qué papel. Me dijo: "Es que no vienes a misa". "Ni voy venir. Si quies dásmelos". Me los dio. En Sariego creíen que no tábamos casados.

- Su mujer estaba de acuerdo.

-Sí. Ye de armas tomar, fía de barrenista con silicosis que había hecho el túnel de La Florida y murió a poco de casanos.

-¿Por qué entró en la mina en 1980?

-Confluyeron varias razones. Había intentado entrar a los 18 años, pero tenías que tener permiso paterno y el paisano no me lo dio. Quería que mejorara.

-Su padre y su suegro estaban silicosos.

-Subí muchas bombones de oxígeno a mi suegro y me decía: "Tú mira pa mí", pero la tradición me tiraba. Y fui muy activo en la huelga de la construcción de 1977. José Fernández, para el que trabajaba, me apreciaba, pero un día me dijo: "La construcción está jodida y si yo cierro no tienes trabayu en ningún lao. Si puedes, vete pa la mina".

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