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La búsqueda de Mariano Moré

Una serie de iniciativas que han cristalizado en los últimos meses reivindican al versátil pintor gijonés, un creador notable y de formas muy reconocibles

"Niño de la Cuenca / Y llegará a ser hombre" (c. 1927). F. ALVARGONZÁLEZ / MUSEO DE BELLAS ARTES DE ASTURIAS

Estamos en el año de Mariano Moré. Creador notable y de formas reconocibles, la obra del artista gijonés, fallecido en 1974, ha cobrado un protagonismo inusitado por la confluencia de una serie de iniciativas que han cristalizado en los últimos meses. Entre ellas, destacan la gran exposición que le dedica el Museo Nicanor Piñole y la publicación de "El pintor Mariano Moré (1899-1974)", un estudio monográfico a cargo de Juan Carlos Aparicio Vega.

En su libro, Aparicio perfila con mano firme la biografía del artista. Nacido en Gijón el 6 de mayo de 1899, Mariano Moré Cors era hijo de José Antonio Moré García de la Uz y Eloísa Cors Fernández. Su padre y su tío Evaristo eran propietarios de la reputada "Litografía Artística Hermanos Moré". En 1911, el niño Moré empezó a tomar clases con el pintor Nemesio Lavilla. Ante sus progresos, y con el apoyo de su familia, Moré puso rumbo a Madrid en 1917. En la capital, el asturiano se convirtió en discípulo de Cecilio Pla.

Su incipiente carrera se vio frenada por su incorporación a filas en 1921, para servir en la Guerra de Marruecos. Pero Moré aprovechó la circunstancia para introducirse en el ámbito de las publicaciones periódicas, realizando dibujos que remitía al diario "La Prensa" de Gijón.

La consagración como pintor de Mariano Moré llegaría en 1926, cuando participó en Madrid en la muestra colectiva "Exposición de Artistas Asturianos" y concurrió a la que sería su primera "Exposición Nacional de Bellas Artes". Apenas un año después, Moré presentaría una de sus obras clave: "Niño de la Cuenca / Y llegará a ser hombre", una expresiva composición de temática minera que profundiza en la vertiente del trabajo infantil, que se puede ver este verano en las salas del Museo de Bellas Artes.

Tras una década fructífera, la carrera de Moré sufrió las consecuencias de la Guerra Civil. Su trabajo como dibujante para el diario anarquista "CNT" le supuso un Consejo de Guerra, que Aparicio documenta con precisión. El pintor salió bien librado y, ya en la posguerra, pudo retomar su carrera, aunque suavizando los temas y las formas respecto a su vigorosa etapa previa.

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