Los superhéroes están más de moda que nunca. Aunque siempre han estado ahí, presentes en los cómics dispuestos a salvar del aburrimiento y la monotonía de una vida corriente a un grupo de lectores de diferentes generaciones que encontraron en sus aventuras su pasión. En los últimos años Hollywood ha sabido explotar ese poder de atracción para trasladarlo a la gran pantalla y presentarlos al gran público ajeno a las historietas impresas. El "Iron Man" de Robert Downey Jr. de 2008 marcó el comienzo de una nueva era dorada para Marvel, que vio crecer su franquicia cinematográfica, especialmente desde que Disney compró la empresa a principios de 2010. Algo antes, en 2005, Christopher Nolan firmó una obra de arte con su trilogía de Batman. Una adaptación diferente a los filmes de Tim Burton de principios de los noventa y a las desechables "Batman Forever" y "Batman & Robin" que se alejaba del espectáculo hollywoodiense para honrar a las grandes novelas gráficas sobre el Caballero Oscuro surgidas dos décadas antes.
Los cómics no son sólo una sucesión de historias sobre un tipo con poderes que cubre su rostro. Si tienen un buen autor detrás, son capaces de crear un universo con su propio imaginario y una estética única. Uno de los grandes nombres de este género es Frank Miller. Este guionista estadounidense, nacido en 1957 en Maryland, es el responsable de novelas gráficas de la importancia de "300" y "Sin City", las cuales han tenido su versión en la gran pantalla. Frank Miller va más allá del aspecto superheroico y aventurero del personaje para adentrarse en lo más profundo de su mente y humanizarlo, convirtiéndolo en una persona que sufre psicológicamente y es presa de sus propios demonios. Este estilo ha influenciado a varias de las películas y series basadas en héroes de cómic que se han estrenado en los últimos años.
Los inicios de Miller estuvieron ligados a la Marvel, donde se dio a conocer principalmente con "Daredevil". De entre todas las obras que escribió sobre este abogado ciego, pero con sentidos y reflejos aumentados a causa de un accidente, hay que destacar "Born again" (1986). En este volumen. el villano Kingpin descubre la identidad del héroe y decide arrebatarle todo (su trabajo, sus amigos... en definitiva, su vida) hasta derrumbarlo mentalmente. La importancia de esta obra se ha visto reflejada recientemente en la superproducción televisiva "Los Defensores", que estrenó Netflix el pasado agosto. En el último capítulo de su primera temporada se observa a Matt Murdock (el alter ego de Daredevil, al que da vida el actor Charlie Cox) despertando en la cama de un sanatorio con un vendaje sobre su pecho. Esta escena es una fotografía idéntica de una viñeta del cómic donde el héroe, también postrado sobre un lecho, es salvado por una monja para volver a "renacer" tras su caída en desgracia.
El Daredevil de la serie mantiene ese tono oscuro que caracterizó a la obra de Miller durante su etapa al frente de la publicación de este personaje. Es un hombre inteligente, reservado y que no duda en pasar a la acción de una forma violenta, pero sin llegar a matar. El abogado ciego también contó con su propia película en solitario protagonizada por Ben Affleck. Un desastre para olvidar, pero que intentó hacer un guiño a Miller en el momento de la muerte de Elektra (interpretada por Jennifer Garner). Esta asesina, creada por el genial historietista en 1981, vivió su época dorada hasta que el autor se fue de Marvel y la editorial la convirtió en una mera secundaria. En la película de Affleck, el villano Bullseye (al que dio vida Collin Farrel) asesina a Elektra clavándole su propio "sai" (daga de origen japonés) en el pecho, pero el puñal no llega atravesarle la espalda. Una imagen calcada a la del volumen titulado "La muerte de Elektra" (1982).
Tras su marcha de la "Casa de las Ideas", Frank Miller comenzó a trabajar para la competencia directa de la editorial: DC. Allí volvió a triunfar con dos obras fundamentales sobre uno de los mayores héroes del mundo del cómic: "Batman: Año Uno" y "Batman: El regreso del Caballero Oscuro". El primer título es del que bebió directamente Christopher Nolan para su saga cinematográfica. En él se narran los inicios del murciélago de Gotham y del teniente Jim Gordon. Bruce Wayne regresa sediento de venganza y justicia a su ciudad para limpiar las calles. Su arma son las habilidades de combate que ha adquirido en sus viajes y un traje con el que pretende atemorizar a sus adversarios, puesto que, según los textos del propio Miller, ése es el auténtico objetivo del oscuro disfraz. La apariencia de ese Batman también fue adoptada para el personaje al que Ben Affleck dio vida en "Batman vs. Superman" (2016). Se caracteriza por una capucha con las orejas más cortas que en otras versiones, el torso de color gris y un murciélago más basto en el pecho. Ese filme, que enfrenta a dos de los grandes referentes del cómic, está inspirado en "El regreso del Caballero Oscuro" (1986), donde un Bruce Wayne entrado en años (Affleck lo refleja en sus canas) debe enfrentarse al Hombre de Acero.
La influencia de Miller es indiscutible en sus personajes actuales, gracias a guionistas que tratan de aportar su oscuridad a la trama. La tercera temporada de "Daredevil", que llegará en 2018, arranca con la firma de este autor tal y como se pudo ver al final de "Los Defensores". No sabemos aún si se centrará en la trama de "Born again", pero el público lo agradecería.
